Lisboa, 6 jul (EFE).- El Gobierno portugués recordó hoy que el respeto hacia el referéndum griego debe ser "igual" al que merecen el resto de países de la zona del euro, y subrayó que la situación de Atenas es demasiado delicada como para permitirse alegrías.
Así lo señaló hoy el número dos del ejecutivo conservador luso, el viceprimer ministro, Paulo Portas, quien censuró las "euforias ideológicas" entre quienes se congratulan por el "no" de los griegos a la última propuesta de los acreedores internacionales.
En unas jornadas parlamentarias celebradas hoy en el término municipal de Setúbal (a 30 kilómetros al sur de Lisboa), Portas insistió en separar la situación de Atenas de la de su país.
"Portugal tuvo sólo un rescate, Grecia está discutiendo el tercero. Portugal terminó su programa con la troika, Grecia no consigue cerrar hace casi un año la quinta evaluación de su segundo programa (...) Grecia entró en incumplimiento con el FMI, mientras que Portugal no pidió más tiempo ni más dinero", argumentó.
Portas consideró que el resultado del referéndum refleja que el pueblo "respondió como su Gobierno pidió", por lo que ahora "cabe a Grecia proponer soluciones alternativas, fiables y aceptables para todos".
El viceprimer ministro luso aseguró que los problemas de Atenas "no desaparecen por arte de magia" e incidió en que su situación es "frágil" debido a sus dificultades económicas y financieras.
"La ideología le hace mucho mal a la economía", recalcó Portas, quien consideró que su Ejecutivo "no entró en actitudes de beligerancia ideológica como sí hicieron otros gobiernos de la UE".
En su opinión, al Gobierno le corresponde "defender los intereses de Portugal en primer lugar", sobre todo después de que el país lograra cerrar con éxito su rescate financiero gracias a los "sacrificios" de sus ciudadanos.