Barcelona, 10 nov (.).- El Govern de la Generalitat prevé que la Agencia Tributaria Catalana (ATC), que a partir de 2026 debe hacerse cargo de la gestión del IRPF, pase de los cerca de 800 empleados actuales a entre 4.000 y 5.000 trabajadores, ha afirmado la consellera de Economía y Finanzas, Alicia Romero.
El grupo de trabajo conjunto que estudia cómo reforzar el organismo está analizando fórmulas jurídicas y posibles incentivos para que trabajadores de la agencia estatal se incorporen a la de la Generalitat, ha señalado Romero en una entrevista que publica este domingo por "La Vanguardia".
"Es algo que ya pasó cuando se transfirieron otras competencias, como los guardias civiles que pasaron a los Mossos", ha indicado la consellera.
Durante el primer semestre de 2025, el Govern espera tener definido el modelo de financiación singular que recoge el acuerdo de investidura de Salvador Illa pactado con ERC.
El grupo de expertos debe definir "el principio de ordinalidad, la cuota de solidaridad, cuáles son las singularidades de Cataluña, sus competencias y las del Estado en Cataluña", entre otros aspectos, ha detallado Romero.
"Creemos que nos darán dos o tres escenarios, y decidiremos con ERC. Y luego se tendrá que negociar con el Gobierno de España", ha avanzado la titular de Economía y Finanzas.
Romero ha recalcado que, hasta ahora, siempre que se ha puesto en marcha un nuevo modelo de financiación se han "volcado más recursos" en el sistema -"la última vez, en 2009, se pusieron 12.000 millones"- subraya.
Con el futuro sistema de recaudación, "Cataluña será solidaria para que haya una cierta igualdad entre territorios y ciudadanos", ha detallado la consellera, que advierte al mismo tiempo de que "ahora esa igualdad no se da" y de que se ha abierto "una oportunidad para la financiación de todas las comunidades".
"Extremadura recibe por habitante más de mil euros que Murcia, por ejemplo", señala Romero. "Entiendo que el presidente de Murcia querrá equipararse al de Extremadura... pues eso lo que quiere Cataluña, que tampoco sale bien parada", agrega.
"Queremos ser solidarios porque si hay desigualdad en España no seremos un país atractivo y competitivo", destaca la consellera.