MADRID (Reuters) - La muerte de un infarto de la senadora Rita Barberá, acusada de presunto blanqueo de capitales, ha llevado a la formación en el poder a plantearse la revisión de un pacto anticorrupción firmado con Ciudadanos que le obliga a apartar de sus cargos a los investigados por corrupción.
Tras la crisis abierta en el PP por el fallecimiento de la veterana política que estuvo al frente de la alcaldía de Valencia 24 años, el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, hizo autocrítica el viernes, después de haber acusado a los medios de haber acosado a Barberá como "hienas".
"Quizá deberíamos haberla amparado", dijo Hernando sobre la salida de Barberá del partido en septiembre, lo que llevó a la política de 68 años a pasar al grupo mixto en el Senado.
Hernando planteó "dar una vuelta" al pacto de investidura que su grupo firmó con los liberales en materia de corrupción, un asunto que ha pasado factura al Partido Popular en los últimos años con reiterados casos en sus filas y que los españoles citan entre sus principales preocupaciones.
"Somos los primeros interesados en combatir la corrupción, nos ha hecho daño (pero) habría que buscar alguna fórmula para compensar a la persona a la que se hace dimitir", dijo el portavoz en declaraciones a TVE.
Ciudadanos, que ha hecho de la regeneración política su bandera, rechazó la revisión de un pacto al que condicionó su apoyo a la candidatura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno el mes pasado.
"Los pactos están para cumplirse, no hay que revisar que un imputado por corrupción tenga que dejar el cargo", dijo el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas.