Lisboa, 10 abr (EFE).- El expresidente del Banco Espírito Santo (BES) Ricardo Salgado ha sido interrogado por segundo día consecutivo por el regulador suizo sobre el Banque Privée ES, una de las entidades financieras del Grupo Espírito Santo (GES).
El interrogatorio a Salgado se efectuó en la sede de la Comisión del Mercado de Valores (CMVM) en Lisboa debido a la prohibición de salir del país aplicada al exbanquero por la Justicia portuguesa, que le acusa de delitos de fraude, abuso de confianza y falsificación, y blanqueo de capitales.
Salgado ha declarado en calidad de antiguo administrador no ejecutivo del Banque Privée, entidad que forma parte de la rama financiera del GES.
A este segmento pertenecían, además del Banque Privée, el propio BES, el ES Bankers de Dubái, el ES Bank de Panamá y la aseguradora Tranquilidade, que fue vendida al fondo de inversión estadounidense Apollo.
Banque Privée fue una de las entidades afectadas por el derrumbe del conglomerado empresarial de los Espírito Santo, que utilizó a sus sociedades financieras en Panamá y Suiza para financiar al grupo, según reveló una auditoría forense realizada al BES.
Las autoridades suizas se vieron obligadas a intervenir la entidad, cuyos activos saludables fueron vendidos el pasado mes de julio a Compagnie Bancaire Helvétique.
En el ámbito de esta investigación, el regulador suizo también está interrogando a otros antiguos administradores del Banque Privée.
Según informó el diario portugués "Económico", la investigación parte de una denuncia penal de un cliente del Banque Privée contra cuatro antiguos responsables de la entidad: Salgado, José Manuel Espírito Santo Silva, Manuel Espírito Santo Silva y António Ricciardi.
El emporio familiar de los Espírito Santo comenzó a tambalearse el pasado mes de mayo, cuando una auditoría detectó irregularidades contables en una de las sociedades situadas en la cúspide de la estructura del Grupo.
Desde entonces, la caída fue en picado y colocó al borde de la quiebra a la mayor parte de las empresas que lo integran, incluido el BES, que fue intervenido por el banco central portugués por sus multimillonarias pérdidas.