Madrid, 19 feb (.).- El Tesoro español vuelve a acudir al mercado el próximo jueves en busca de financiación, con cerca de una cuarta parte de sus objetivos anuales de medio y largo plazo ya conseguidos, un 22 % de los 122.900 millones de euros fijados, y lo hará con una emisión de títulos a corto plazo, letras a 3 y 9 meses.
Se trata de la última subasta de febrero y tiene lugar después de una semana muy activa en la que España ha vendido 9.500 millones de euros en títulos de distintas denominaciones, a unos inversores que hubieran estado dispuestos a comprar mucho más del doble, casi 20.000 millones de euros.
En esta ocasión el interés del mercado se reflejó en los intereses ofrecidos a los compradores de los títulos a corto plazo (letras a 6 y 12 meses) que no sólo fueron negativos una vez más sino que marcaron mínimos históricos.
Sin embargo, en la puja de bonos y obligaciones del jueves, el Tesoro tuvo que ofrecer unos rendimientos algo superiores para atraer a los inversores, excepto en una reapertura de una emisión antigua de obligaciones a 15 años.
La cita de la próxima semana llega en un momento de más tranquilidad para los mercados, con la prima de riesgo en 122 puntos, tras las tensiones derivadas del miedo a un nuevo avance del populismo en las elecciones de Francia, a las que acude la ultraderechista Marine Le Pen, partidaria de abandonar la UE.
Y esto, unido a las nuevas medidas anunciadas por el presidente de EEUU, Donald Trump, contribuyó a elevar la semana pasada el rendimiento del bono español a diez años por encima del 1,6 %, lo que llevó a la prima de riesgo a superar los 140 puntos básicos.
El alivio llegó el jueves, cuando el Banco Central Europeo (BCE) publicó las actas de su última reunión de política monetaria, en las que explicaba que el reciente repunte de la inflación en el área euro se debió a un encarecimiento puntual de la energía y reiteró su disposición a incrementar el programa de compra de deuda, en tamaño y duración en caso necesario.
Según la entidad, los principales riesgos para el crecimiento de la economía global son geopolíticos y entre ellos destacan las iniciativas de Trump, el ritmo de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y el aumento de las presiones proteccionistas.
La última vez que España vendió letras a 3 y 9 meses fue el pasado 24 de enero, un total de 2.685 millones de euros, con intereses negativos en los dos casos y más bajos que en la subasta anterior, al menos en el caso de las letras a nueve meses.
El mismo día, el Tesoro aprovechó las buenas condiciones del mercado para emitir otros 9.000 millones de euros en una subasta sindicada de deuda a diez años, con lo que en total se colocaron 11.685 millones de euros.
Ambas pujas fueron las primeras que España celebró después de la toma de posesión del presidente de EEUU, Donald Trump.