En un informe reciente, Fitch Ratings ha puesto de manifiesto las persistentes dificultades fiscales que enfrenta Brasil, proyectando un entorno económico más desafiante para 2025 con un aumento significativo de la deuda pública. La agencia de calificación señaló que, a pesar del sólido desempeño económico reciente de Brasil, esto no se ha traducido en una mejora de las finanzas públicas.
Según Fitch, el robusto crecimiento económico actual podría atribuirse, en parte, al enfoque fiscal indulgente del gobierno, lo que suscita preocupaciones sobre un posible deterioro de la salud fiscal si el crecimiento económico se desacelera de manera inesperada.
El análisis de Fitch sugiere que las perspectivas de consolidación fiscal de Brasil siguen siendo inciertas, lo que representa un riesgo significativo para la calificación soberana 'BB'/Estable del país. La calificación crediticia de Brasil ha experimentado ajustes positivos por parte de las tres principales agencias de calificación desde que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva asumió su mandato actual el año pasado. No obstante, el país aún se encuentra dos niveles por debajo de recuperar el grado de inversión que perdió en 2015 debido a la caída de los precios de las materias primas y las políticas fiscales laxas.
Recientemente, el presidente Lula se reunió con representantes de Standard & Poor's y Moody's en Nueva York. Durante una rueda de prensa el miércoles, hizo hincapié en la importancia de que las agencias de calificación crediticia comprendan la situación actual de Brasil directamente de él.
Fitch ha expresado preocupaciones sobre algunos de los esfuerzos del gobierno brasileño para aumentar los ingresos, calificándolos como "medidas improvisadas". Estas medidas demuestran un compromiso para cumplir con los objetivos fiscales, pero no proporcionan mejoras fiscales estructurales. A pesar de ello, Fitch prevé que el gobierno logre su objetivo fiscal de eliminar el déficit primario este año, con un margen de tolerancia del 0,25% del PIB y provisiones para gastos excepcionales que no se incluyen en el objetivo oficial.
Sin embargo, la agencia ha revisado al alza su pronóstico para el déficit primario de Brasil, situándolo en el 1% del PIB para el próximo año, lo que supone un aumento respecto a la estimación anterior del 0,7%. Además, Fitch proyecta que la relación deuda bruta/PIB de Brasil aumentará al 77,8% en 2024, desde el 74,4% en 2023, y se espera que alcance el 83,9% para 2026, al final del mandato del presidente Lula.
Este aumento anticipado de la deuda es más rápido de lo previsto anteriormente, ampliando la brecha con la mediana de la categoría 'BB', que se sitúa en el 55%.
Reuters contribuyó a este artículo.
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