Atenas, 4 abr (EFE).- Grecia y sus acreedores reanudan hoy las negociaciones, en medio de la tensión entre el Gobierno heleno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la publicación por parte de Wikileaks de la supuesta transcripción de una conversación entre los dos máximos responsables para el país europeo del organismo mundial.
La primera reunión entre los representantes del Gobierno y los de la denominada cuadriga de acreedores -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE), Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y FMI- se celebrará hoy a las 16.00 hora local (13.00 GMT).
El documento filtrado por Wikileaks ha enrarecido las relaciones entre el FMI y el Gobierno griego, que pidió explicaciones a la directora general del fondo, Christine Lagarde, quien mostró su preocupación por que este "incidente" influya en los "progresos" posibles en las negociaciones.
El FMI no termina de sumarse al tercer rescate a Grecia, algo que el resto de acreedores considera imprescindible, por dos divergencias fundamentales.
La primera es que el FMI cree insuficientes las medidas de recorte y de incremento de impuestos por un valor total de 5.500 millones de euros que según Grecia y los tres miembros europeos de la cuadriga -CE, BCE y MEDE- permitirían un superávit primario del 3,5 % del PIB griego en 2018.
El FMI pide medidas de ahorro de entre 7.500 y 9.000 millones de euros con las que, asegura, se obtendría un superávit de entre el 1,5 % y 2,5 % en 2018, y considera el objetivo del 3,5 % del PIB demasiado ambicioso para la coyuntura económica griega.
El Ejecutivo griego prevé ahorrar por la reforma de las pensiones 1.800 millones de euros, a los que habrá que sumar otros 1.800 millones de nuevos ingresos con el incremento de los impuestos directos, y resto del dinero -hasta los 5.500 millones- pretende que proceda del incremento de los impuestos indirectos, aunque en este último punto no hay acuerdo con los acreedores.
El segundo punto de fricción entre el FMI y los europeos es que el organismo multilateral pone como condición sine qua non para su participación en el tercer rescate una quita de la deuda griega, algo que las instituciones de Europa rechazan.
El principal objetivo de Atenas es concluir la negociación antes de la reunión de primavera del FMI o, si esto no es posible, al menos antes el 22 de abril, fecha de reunión del Eurogrupo.
Aunque tanto los acreedores como Grecia han acercado mucho sus posturas sobre el asunto de las pensiones y la fiscalidad, el desacuerdo sigue siendo total en el de las deudas morosas.
Mientras que el Gobierno quiere proteger de la venta a los denominados "fondos buitres" las hipotecas, los préstamos a las pymes y los préstamos consumo, los acreedores exigen que éstos puedan adquirir todo tipo de deudas sin excepciones.
Los acreedores exigen, asimismo, la creación inmediata de un nuevo organismo de privatizaciones que sustituirá al existente TAIPED.