París, 28 nov (.).- El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, subrayó hoy que los resultados económicos en España evidencian que las reformas están dando frutos, pero también recordó que el principal reto es mejorar la productividad.
Gurría insistió en que España todavía tiene que hacer más reformas (en el mercado laboral o para favorecer la competencia), en la presentación a la prensa del informe semestral de perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
"España está recibiendo el beneficio de sus reformas" y "merece" una mención "positiva" porque ha creado medio millón de empleos y ha reducido la tasa de paro del 27 % a menos del 20 %, destacó al comentar las cifras de España, cuya economía crecerá este año un 3,2 %, un 2,3 % en 2017 y un 2,2 % en 2018.
La economista jefe de la organización, Catherine Mann, explicó la revisión al alza de su estimación para 2016 (hace seis meses esperaban un 2,8 %) por un contexto exterior "más robusto" y porque las reformas que se han llevado a cabo han dado resultados.
Sin embargo, Mann avisó de que la evolución de la productividad está prácticamente estancada y hacen falta cambios en el mercado de trabajo para hacerlo competitivo, así como más competencia e incentivos para que las empresas inviertan más en innovación y desarrollo.
Para Gurría, lo que hace falta es "reforma, reforma y más reforma, y luego la reforma de la reforma", porque eso es lo que va a permitir que sus productos se distingan y porque su aspiración no puede ser competir por ofrecer los salarios más bajos.
El secretario general reconoció que el hecho de que el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy no tenga mayoría supondrá "más trabajo para aplicar reformas", pero hizo notar que ocurre así en todos los países, de forma que "no es una cuestiona española propiamente".
Dijo que la OCDE trabaja con el nuevo Ejecutivo en la productividad, por ejemplo en la mejora de las aptitudes de los trabajadores, la adecuación de las titulaciones a lo que necesitan las empresas o la mejor formación de "la clase trabajadora con menor capacitación", la más vulnerable a la digitalización de la economía.
"Si no aumenta la productividad, lo que sucede es que la economía no resiste y la competitividad se deteriora", advirtió.