Italia está en camino de lograr un equilibrio presupuestario primario en 2024, según las declaraciones del Ministro de Economía Giancarlo Giorgetti el viernes. Este objetivo, que excluye los pagos de intereses sobre la deuda pública, forma parte del plan fiscal a medio plazo de Italia que será aprobado por la Comisión Europea.
El país trabaja para alcanzar un superávit primario significativo con el fin de gestionar su considerable deuda, que representa casi el 140% de su producto interno bruto (PIB), siendo la segunda más alta de la eurozona después de Grecia. "Creo que ya en 2024 lograremos el objetivo de un presupuesto primario equilibrado", afirmó Giorgetti durante un evento en Parma.
Este avance indica un cambio positivo respecto a la previsión de abril del Tesoro, que anticipaba un déficit presupuestario primario del 0,4% del PIB para 2024. La Unión Europea (UE) sometió a Italia a un Procedimiento de Déficit Excesivo este año después de que su déficit general de 2023 alcanzara el 7,4% del PIB, el más elevado entre los países de la eurozona.
La estrategia fiscal de Italia, que se presentará a Bruselas tras la aprobación parlamentaria a principios de octubre, incluye el compromiso de reducir el déficit por debajo del límite del 3% del PIB establecido por la UE para 2026. Además, el país pretende adherirse a las reglas fiscales revisadas de la UE, que exigen una reducción gradual tanto del déficit como de la deuda a partir de 2025 durante un período de cuatro a siete años. Este compromiso está condicionado al progreso del país en materia de reformas e inversiones estratégicas.
Para respaldar estos objetivos fiscales, el Tesoro se ha comprometido a limitar el aumento anual promedio del gasto primario neto de Italia a casi el 1,5%. Esta medida refleja el control del gobierno sobre el gasto.
El plan presupuestario completo se dará a conocer la próxima semana, teniendo en cuenta las revisiones pendientes de los datos de crecimiento económico para los años 1995-2023 por parte de la oficina nacional de estadísticas ISTAT. Giorgetti reconoció una modesta corrección al alza en la serie histórica de datos del PIB, pero subrayó que esto no resuelve los desafíos fiscales de Italia.
A pesar de las restricciones fiscales, Giorgetti expresó su intención de hacer permanentes las reducciones temporales en las contribuciones sociales y los recortes de impuestos para los trabajadores de ingresos bajos y medios. Estas políticas están actualmente programadas para expirar en diciembre y su extensión costaría aproximadamente 15.000 millones de euros (16.750 millones de dólares) anuales. El gobierno está listo para revelar cómo estas medidas se integrarán en el marco presupuestario más amplio.
Reuters contribuyó a este artículo.
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