El gobierno canadiense reveló el lunes su Declaración Económica de Otoño (FES) de 2024, mostrando un ligero aumento en los déficits fiscales proyectados para los próximos cinco años en comparación con el presupuesto de abril anterior.
A pesar de esto, la relación deuda-PIB continúa mostrando una tendencia a la baja, lo que indica una consolidación fiscal en curso, según un informe de investigación publicado el martes por BofA Global Research.
El FES informó que el déficit para el año fiscal 2023-24 fue mayor de lo proyectado inicialmente, alcanzando el 2,1% del PIB, frente al 1,4% previsto en abril.
Para el año fiscal 2024-25, también se espera que el déficit supere las predicciones anteriores, con una proyección del 1,6% del PIB en comparación con el 1,3% estimado previamente. El aumento incluye un 0,2% del PIB asignado a nuevas medidas políticas, como una exención de dos meses del Impuesto sobre Bienes y Servicios (GST).
A pesar del mayor déficit, el gobierno mantiene su estimación de deuda en el 41,9% del PIB, en parte debido a un pequeño superávit primario anticipado.
De cara al año fiscal 2025-26, el FES prevé un déficit del 1,3% del PIB, que incluye un superávit primario del 0,4% del PIB.
"Observamos riesgos a la baja en las perspectivas fiscales del próximo año debido a posibles respuestas a las políticas comerciales y fiscales de EE.UU.", añadió el informe.
El panorama político se vio significativamente afectado el lunes por la dimisión de la Ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, antes de la publicación del FES.
La atención ahora se ha desplazado hacia la posibilidad de elecciones anticipadas el próximo año. Según BofA, con el Partido Conservador liderando en las encuestas y priorizando la consolidación fiscal, el panorama político podría dar forma a la trayectoria económica de Canadá.
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