Bruselas, 12 dic (.).- La Comisión Europea (CE) y Canadá presentarán el martes y miércoles en Ginebra sus líneas para impulsar un tribunal multilateral de arbitraje con carácter permanente para resolver las disputas entre Estados e inversores.
El sistema en el que trabaja la Comisión está inspirado en el mecanismo que la Unión Europea y Canadá contemplan en su reciente acuerdo de libre comercio, conocido como CETA, y también en el que la UE firmó previamente con Vietnam, además de formar parte de las negociaciones que la UE mantiene en materia de inversiones con Japón o China.
Si prospera, y no sería en menos de cinco años según los cálculos "más optimistas" de Bruselas entre el período de negociación y el de ratificación, se aplicaría a los más de 3.000 acuerdos comerciales suscritos por la UE y serviría de modelo para el futuro de ese tipo de pactos.
La CE y Canadá sondearán en Ginebra a unos 200 responsables de 42 terceros países y 8 organismos internacionales, entre ellos países como Estados Unidos, Rusia, México, Brasil, Argentina, Ecuador, Perú, Guatemala, El Salvador, Colombia, Filipinas o Indonesia.
Este proyecto no refleja "palabra por palabra" el mecanismo retenido en el CETA para resolver los conflictos entre inversores y Estados, pero sí mantiene los principios centrales del mismo, indicaron fuentes comunitarias.
El sistema -impulsado por Alemania, Francia y Holanda y apoyado entre otros por España- contempla la creación de una "corte permanente" con un "sistema de apelación" y jueces dedicados en exclusividad al tribunal, para evitar conflictos de intereses.
Un esquema similar que tanta desconfianza generó en torno al CETA y que, tras una consulta pública en 2014, obligó a modificarlo para añadir más transparencia a una corte que, inicialmente, no preveía apelaciones y permitía que las partes -incluidas las multinacionales- eligieran a los árbitros.
Aún así, este modelo revisado de arbitraje ha suscitado desconfianza entre quienes entienden que sirve para privatizar la justicia, hasta el punto de que la región belga de Valonia casi bloqueó el CETA por esa cuestión.
Finalmente, Bélgica se reservó el derecho de consultar al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la compatibilidad entre los tratados comunitarios y los arbitrajes del denominado sistema de tribunal de inversiones (ICS), formado por inversores y Estados.
Entre los países menos entusiastas del proyecto está el Reino Unido, que bajo el Gobierno de David Cameron lo cuestionó por razones "pragmáticas" como el coste que podrían tener los litigios, aunque el Ejecutivo de Theresa May firmó el CETA, indican fuentes comunitarias, con el "brexit" como telón de fondo.
También es difícil especular sobre la acogida que tendrá la propuesta en la Casa Blanca, una vez Donald Trump asuma sus funciones presidenciales el próximo enero.-
De prosperar, el mecanismo multilateral probablemente se dotaría de una estructura propia y no estaría agregado a otra institución tipo la Organización Mundial del Comercio o similares, pues suelen requerir la unanimidad de sus miembros para ese tipo de decisiones.
El sistema, argumentan, aceleraría los plazos en la resolución de las disputas (unos seis años de media) y ahorraría dinero a las partes y el coste de su estructura permanente debería oscilar entre 7 y 10 millones de dólares al año, apuntan.
El siguiente paso en el recorrido de este mecanismo, más allá de algunas reuniones técnicas con las capitales y una consulta pública, será un desayuno informativo que la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, ofrecerá el próximo 20 de enero en Davos (Suiza) y al que asistirán ministros de terceros países interesados.
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