Madrid, 20 nov (.).- La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en su análisis en primera fase de la oferta pública de adquisición de acciones (opa) del BBVA (BME:BBVA) sobre el Banco Sabadell (BME:SABE), no pudo descartar ciertos "riesgos potenciales", incluido el de reducción de crédito a las pymes.
En una nota publicada este miércoles, el organismo habla del riesgo de empeoramiento de condiciones comerciales para particulares y pymes, e indica que, tras la ejecución de la opa, la entidad tendría "incentivo y capacidad" de ejecutar cambios "sin riesgo de perder clientes" donde quedara como único operador o con competencia reducida.
Asimismo, en ausencia de transparencia, el BBVA podría traspasar a los clientes del Sabadell hacia sus propios productos automáticamente, dándose la posibilidad de que los que venía ofreciendo "lo fuesen en condiciones menos favorables que los de la entidad adquirida".
Siguiendo con la hipótesis, prosigue la CNMC, "podría ocurrir que el BBVA viniese ofreciendo productos con mejores condiciones y que (...) no informase a sus nuevos clientes provenientes del Sabadell de que sus condiciones podrían verse mejoradas tras la operación".
En relación con el riesgo de reducción de crédito a las pymes, el test de mercado no resultó concluyente.
Por ello, Competencia "no puede descartar que la operación genere un riesgo de efectos unilaterales horizontales en forma de reducción del crédito a las pymes, singularmente en los ámbitos en los que la entidad resultante adquiere una posición significativa".
Del mismo modo, el organismo trata el posible empeoramiento de condiciones comerciales en el mercado de los TPV (terminales de punto de venta), y es que no desecha que, "tras eliminar a un competidor importante", el BBVA tendrá un incentivo y la capacidad para incrementar el precio al comercio que demanda este servicio.
Ligado a ello, la CNMC se refiere al riesgo de empeoramiento de condiciones de acceso a cajeros, máxime teniendo en cuenta los acuerdos que el Sabadell mantiene con otras entidades, como la Red Euro 6000.
Su posible finalización "podría perjudicar" a estos usuarios, pero también, a los clientes de las terceras entidades. "Así pues, no ha sido posible descartar que, al menos a corto plazo, la operación genere efectos negativos para un determinado grupo", recalca.
Exclusión financiera
El documento dedica un epígrafe a otro peligro, el de la exclusión financiera, y es que "en aquellos municipios en los que la entidad resultante no se enfrenta a competencia podrían producirse cierres de sucursales". En concreto, identifica ocho municipios -uno del BBVA y siete del Sabadell- existentes con carácter previo a la operación.
Precisamente, relata, en este tipo de entornos, muchas veces situados en zonas rurales, suelen habitar tanto personas mayores como vulnerables en términos financieros, al ser los colectivos con menor acceso a la banca 'online', de modo que la desaparición de oficinas podría dejarlos sin acceso u obligarlos a desplazarse.
Esta tarde se ha conocido que el BBVA ha remitido a la CNMC una serie de medidas que considera "inéditas" para garantizar la inclusión financiera, el crédito a las pymes y la competitividad, especialmente en Cataluña y la Comunidad Valenciana.
El pasado 12 de noviembre, Competencia confirmó que no bastaba con el estudio de la operación en una primera fase, como suele hacerlo en la mayoría de los casos -por ejemplo, con la fusión CaixaBank (BME:CABK) y Bankia-, sino que era necesario pasar a una segunda que se alargará a 2025.