Según una reciente encuesta, se espera que la tasa de inflación anual de Turquía caiga por debajo de la tasa de política monetaria del banco central por primera vez en más de dos años. Los economistas prevén una tasa de inflación anual media del 48,3% para septiembre, una disminución respecto al 51,97% registrado en agosto. El rango estimado para la inflación anual de septiembre oscila entre el 47,8% y el 49,1%.
Se anticipa que la tasa de inflación mensual aumente al 2,2%, con previsiones individuales que varían entre el 2% y el 2,8%. A principios de año, enero y febrero experimentaron tasas de inflación mensual elevadas, influenciadas por un aumento significativo del salario mínimo y las actualizaciones de precios de año nuevo. Sin embargo, estas tasas se moderaron hasta alrededor del 3,2% en marzo y abril. Tras una caída en junio, la tasa de inflación de julio ascendió al 3,23%, impulsada por los ajustes de precios de mitad de año.
La tasa de inflación mensual de agosto alcanzó el 2,47%, impulsada por un aumento del precio del gas natural para los usuarios residenciales, marcando el primer ajuste de este tipo en casi dos años.
El banco central de Turquía ha mantenido su tasa de interés principal en el 50% durante seis meses consecutivos, señalando una postura vigilante sobre los riesgos inflacionarios. Sin embargo, recientemente ha omitido mencionar la probabilidad de un endurecimiento de las tasas. Bank of America prevé un posible recorte inicial de las tasas en diciembre, señalando que la inflación de los servicios aún no se ha desacelerado y la inflación mensual sigue estando por encima de los objetivos del banco central. El banco destacó los desafíos económicos, pero sugirió un "aterrizaje suave" en lugar de una recesión severa.
A pesar de las presiones económicas continuas, incluyendo la persistente inflación de los servicios y los altos precios de los alimentos, el banco central tiene como objetivo reducir la inflación al 38% para finales de este año y al 14% el año siguiente. El programa gubernamental a medio plazo proyecta que la inflación se situará en el 41,5% a finales de 2024.
Contrariamente a la visión más optimista del banco central, la encuesta indica una tasa de inflación anual prevista para fin de año más alta, del 43%, con estimaciones que oscilan entre el 41% y el 45%. Mirando más adelante, se proyecta que la inflación caerá al 25% para finales de 2025.
Reuters contribuyó a este artículo.
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