Madrid, 21 mar (.).- España fue el séptimo país de la Unión Europea que más inversiones recibió de China el año pasado, 312,9 millones de euros, si bien esta cantidad fue una décima parte de lo que se invirtió en Alemania, ha afirmado hoy la secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela.
En una jornada sobre las tendencias de las inversiones chinas en España, organizada por la consultora KPMG y la escuela de negocios, Esade, Poncela ha dicho que el país asiático "es una prioridad, y "tenemos que ver cómo se puede incrementar el atractivo de España hacia sus inversores, puesto que el potencial de su mercado es enorme y aún estamos lejos de lo que tendría que suponer China para la balanza comercial española".
"Estamos recibiendo inversiones en sectores como los de las telecomunicaciones, el juego, clubes de fútbol o en empresas de gestión de residuos, pero cuando vemos cómo están creciendo las inversiones chinas en el mundo, observamos que hay margen de mejora, ya que tenemos que ver el mismo recorrido en España", ha añadido Poncela.
El presidente de KPMG, Hilario Albarracín, ha incidido en el crecimiento exponencial de la inversión china en España, que en 2015 fue superior a la de los cuatro años anteriores juntos.
La economía del país asiático está cambiando estructuralmente, ya que el Gobierno chino está abriéndose al comercio exterior y tiene intención de invertir cerca de 700.000 millones de euros en el exterior en los próximos cinco años, después de que la inversión en 2016 superara los 150.000 millones.
Poncela ha explicado, asimismo, que solo el 2 % de las exportaciones españolas van a parar a China, porcentaje "muy pequeño teniendo en cuenta la dimensión del mercado chino", por lo que ha opinado que "hay mucho potencial y muchas posibilidades para poder hacer cosas conjuntamente entre ambos países".
Hay 180 empresas españolas instaladas en China y unas 600 compañías nacionales operan habitualmente en el país asiático, por lo que "China es importante para España, pero lo tiene que ser mucho más", ha añadido.
"España es un país muy abierto, con una legislación que favorece las inversiones independientemente de la nacionalidad del inversor y es que la apuesta por la internacionalización tiene que ser de largo recorrido porque va a seguir generando crecimiento y va a permitir recortar las tasas de paro", ha afirmado Poncela.