París, 2 oct (EFE).- El Gobierno francés tiene la intención de retrasar seis meses, hasta julio, la revalorización de las pensiones el año próximo como una de las medidas de ahorro del gasto público para poder contener el déficit y cumplir el objetivo que se ha marcado del 5 % del producto interior bruto (PIB).
La medida, anunciada este miércoles por el Ejecutivo, estará incluida en los presupuestos de 2025 que se presentarán la semana próxima y que incluirán un esfuerzo de 60.000 millones de euros para poder cumplir con ese déficit del 5 %, después del 6,1 % que se espera en 2024.
Faltan por conocer los detalles de este retraso en la actualización de las pensiones, que, en cualquier caso, seguirán subiendo al nivel de la inflación, en particular qué parte supondrá en el esfuerzo de los 60.000 millones de euros.
En su discurso de política general ante la Asamblea Nacional de ayer, martes, el primer ministro, el conservador Michel Barnier, anticipó que dos tercios de ese esfuerzo se harán con un recorte del gasto público (en realidad algo más de 40.000 millones de euros) y el resto (menos de 20.000 millones) con un aumento de la fiscalidad.
Esos impuestos, según Barnier, gravarán "a los más ricos" y a las grandes empresas con muchos beneficios, en unas modalidades que todavía no se conocen.
El nuevo ministro de Economía, Antoine Armand, precisó este miércoles en una entrevista a la emisora RTL (H:RRTL) que, "de forma general", no se alterarán los tipos impositivos del impuesto sobre la renta y que no aumentará la fiscalidad "de las clases medias y de las clases medias superiores".
Sin fijar ningún baremo, Armand añadió que, para los que vean aumentados los impuestos, "no será un alza de varios años".
En cuanto a las empresas, el ministro indicó que la idea es que el incremento de la fiscalidad no afectará a las pequeñas y medianas empresas, ni a otras "que están muy expuestas en este momento".
La situación de las finanzas públicas francesas es particularmente delicada, después de que el déficit en 2023 se disparara al 5,5 % del PIB, cuando lo previsto en los Presupuestos era un 4,9 %.
En los de 2025, que están ahora en preparación, el Gobierno de Barnier espera que el crecimiento económico el próximo año sea del 1,1 %, el mismo ritmo que en 2024.
Con el recorte del gasto de más de 40.000 millones de euros, el porcentaje de ese gasto público sobre el PIB debería disminuir del 56,8 % este año al 56,3 % en 2025. Pese a todo, seguirá siendo el más elevado de la Unión Europea, donde la media está en torno al 49 %.
Desde el pasado mes de julio, la Comisión Europea ha puesto a Francia bajo el procedimiento de vigilancia por déficit excesivo.
El Ejecutivo de Barnier ha aplazado a 2029 la vuelta del nivel de déficit al 3 % que fija como límite el Pacto de Estabilidad y va a negociar con Bruselas y con sus socios europeos la forma de acogerse a mecanismos de flexibilidad que se han incorporado en la última versión de ese acuerdo.