Bruselas, 29 oct (.).- La Comisión Europea aprobará este miércoles el incremento de aranceles a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China, tras constatar que los subsidios de Pekín a su industria automovilística perjudican a los productores europeos.
Bruselas tiene previsto publicar mañana, miércoles, la medida en el Diario Oficial de la Unión Europea, con la intención de que los aranceles entren en vigor en la medianoche del miércoles al jueves, mientras sigue negociando con el Gobierno chino una solución e intenta frenar la escalada de una guerra comercial.
El Ejecutivo comunitario ha mostrado su intención de aplicar, durante un máximo de cinco años, un arancel del 35,3 % al fabricante chino SAIC, del 18,8 % a Geely y del 17 % a BYD.
La medida también afectará a las empresas occidentales que producen en China, como por ejemplo la estadounidense Tesla (NASDAQ:TSLA), a quien se aplicará un arancel del 7,8 %; mientras que a otras que han cooperado con la Comisión en la investigación que ha llevado a cabo antes de aprobar los aranceles se les impondrá una tasa del 20,7 %.
Bruselas seguirá adelante con su propuesta porque considera que, pese a la división que genera entre los Veintisiete, recibió el apoyo suficiente en la votación que los gobiernos de la UE celebraron a principios de octubre.
En esa votación, cinco países se opusieron a la aplicación de los aranceles (entre ellos Alemania), diez los apoyaron y doce se abstuvieron (España fue uno de ellos).
Mientras el Ejecutivo comunitario está a la espera de aprobar mañana la medida, han seguido los contactos políticos de alto nivel entre la Comisión y el Gobierno chino, así como otras reuniones técnicas para tratar de encontrar una solución.
El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, y el ministro del ramo de China, Wang Wentao, mantuvieron una conversación por videoconferencia el viernes en la que acordaron seguir negociando un posible aumento de los precios de las exportaciones de vehículos eléctricos a la UE.
La Comisión ha asegurado que suspendería los aranceles en caso de llegar a un acuerdo con China en los próximos cinco años, pero no los cancelaría, para ganar tiempo y volverlos a aplicar si Pekín incumpliese ese hipotético acuerdo, sin necesidad de volver a pedir el visto bueno de los Veintisiete.
La tensión comercial entre la UE y China ha aumentado en las últimas semanas. Bruselas ha impugnado ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) la investigación que Pekín ha iniciado contra las importaciones europeas de brandy, en respuesta a los aranceles que ha anunciado la Comisión.
También ha abierto otra sobre la importación de productos de carne de cerdo desde el bloque comunitario y de los lácteos, que el Ejecutivo comunitario también quiere denunciar ante la OMC.
La UE aprobará los aranceles a menos de una semana de las elecciones en Estados Unidos, cuyo resultado afectará a la disputa geopolítica entre Washington y Pekín, y que obligará a los Veintisiete a reflexionar sobre cómo quieren posicionarse en esa batalla.