Investing.com – Los futuros de Wall Street apuntan a una apertura a la baja este viernes pues los inversores se toman un descanso después de que el Dow y el S&P 500 registraran máximos históricos; los inversores aguardan a conocer los resultados del sector bancario y un aluvión de datos.
Los futuros sobre los principales valores del Dow se han dejado un 0,09% o 17 puntos a las 6:54, hora de la costa este (las 12:54 en España), los del S&P 500 han perdido 4 puntos o un 0,16%, y los del Nasdaq 100 han retrocedido un 0,10% o 5 puntos.
Después de que los resultados de JP Morgan, mejores de lo previsto, hicieran dispararse las acciones del sector bancario el jueves, la atención vuelve a dirigirse hacia las cifras de Wells Fargo (NYSE:WFC) y Citigroup (NYSE:C) antes de la apertura de los mercados.
En cuanto a noticias de otras empresas, Bayer (DE:BAYGN) elevó su oferta de adquisición de Monsanto (NYSE:MON) hasta 64.000 millones de USD en un intento de convencer a la compañía de semillas para que acceda.
En cuanto a noticias económicas, los inversores estarán pendientes de una serie de datos procedentes de Estados Unidos prestando especial atención a las cifras sobre inflación de junio, las ventas minoristas del mismo mes y la lectura preliminar de la confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan.
También se publicará el índice manufacturero de Empire State de julio, la producción industrial de junio y los inventarios de las empresas de mayo.
Los mercados asimilaran los datos para tratar de evaluar sius efectos en la postura de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) pues varios responsables de la misma han ofrecido declaraciones dispares.
Aunque el presidente de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, anuncio el jueves que el FOMC subiría los tipos a corto plazo el doble que este año, otros tres funcionarios de la Fed señalaron que no hay prisa ninguna por subirlos.
Los mercados han descartado la posibilidad de que se ajuste la política monetaria este año, y estiman que hay un 100% de probabilidades de que la Fed mantenga inalterados los tipos de interés en su reunión de los próximos 26 y 27 de julio, así como un 37% de probabilidades de que los tipos suban en diciembre.
Mientras, los precios del petróleo descendieron al comienzo de la jornada de negociación de este viernes ante las preocupaciones acerca de la superabundancia de reservas, aunque las positivas cifras sobre crecimiento de China han contribuido a frenar las pérdidas.
Los inversores siguen asimilando las cifras sobre las reservas de Estados Unidos, más elevadas de lo previsto, que se han publicado esta semana, y los informes sobre los alarmantes niveles de reservas de los principales productores de la OPEP como Arabia Saudí o Irán.
La producción de Estados Unidos será también centro de todas las miradas a lolargo de esta jornada a la espera de los datos de Baker Hughes. Según el proveedor líder de servicios de yacimientos de petróleo, el total de perforadores de petróleo de Estados Unidos aumentó en 10 hasta un total de 351 durante la última semana, la quinta semana de ganancias en las seis últimas.
El nuevo repunte de la actividad de perforaciones en Estados Unidos suscitó rumores en torno a que la producción interna podría estar a punto de repuntar en las próximas semanas, lo que avivaba las preocupaciones en torno a la superabundancia de reservas.
Los futuros sobre el petróleo de Estados Unidos retrocedieron un 0,44% hasta 45,48 USD a las 6:56, hora de la costa este (las 12:56 en España), mientras que el petróleo Brent descendió un 0,38% hasta 47,19 USD.
Por otra parte, los valores de Asia han subido hoy en general pues los datos mejores de lo previsto sobre el PIB de China proporcionaban un descanso de las preocupaciones acerca de la ralentización de la segunda economía del mundo.
Sin embargo, los valores europeos se movieron a la baja durante la mañana de la jornada de negociación de este viernes, frenando el repunte registrado recientemente, después de que un hombre armado al volante de un enorme camión irrumpiera entre la multitud que celebraba el Día de la Bastilla en la ciudad de Niza, al sur de Francia, acabando con la vida de 84 personas y dejando motones de heridos graves en lo que el presidente de la nación, Francois Hollande, ha denominado un acto terrorista.