Los analistas de Barclays proyectan que las elecciones anticipadas celebradas en Alemania el 23.02.2024 probablemente conducirán a la formación de un gobierno de coalición. El panorama político actual en el país está muy fragmentado, lo que sugiere que establecer una coalición podría llevar varios meses.
Según encuestas recientes, el resultado más probable es un gobierno liderado por la CDU/CSU (conservadores) en asociación con el SPD (socialdemócratas) o los Verdes (ecologistas), ya que todos los partidos han descartado la posibilidad de colaborar con AfD.
Los programas electorales han puesto un fuerte énfasis en las políticas económicas. La estrategia de la CDU/CSU incluye reformas del lado de la oferta, recortes en los impuestos corporativos y sobre la renta, y la derogación de ciertas leyes implementadas por la administración Scholz. Por su parte, el SPD y los Verdes abogan por la creación de un nuevo fondo de inversión pública y reembolsos fiscales más focalizados para la inversión empresarial.
Estas medidas se financiarían mediante una reforma del freno de la deuda alemán y un aumento de impuestos para los segmentos de mayores ingresos y más acaudalados de la sociedad.
Los analistas de Barclays prevén que la coalición entrante adoptará una agenda pro-crecimiento, que probablemente incluirá reducciones de impuestos corporativos y sobre la renta, junto con reembolsos fiscales para inversiones privadas. No obstante, los detalles específicos de estas reformas, particularmente en cuanto a su financiación y la postura sobre la modificación de la regla del freno de la deuda, siguen siendo inciertos, especialmente porque la CDU/CSU no ha revelado información completa sobre estos asuntos.
Los expertos también esperan que la nueva política fiscal no obstaculice el crecimiento económico alemán como podría haberlo hecho bajo el Plan Presupuestario Preliminar Alemán 2025, presentado a la Comisión Europea en octubre de 2024.
Si bien no se prevé que la política fiscal sea tan expansiva como los programas de los partidos podrían sugerir, se pronostica que tendrá un impacto ligeramente positivo en el crecimiento para los años 2025 y 2026, respaldado por las contribuciones de la inversión pública.
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