Luxemburgo, 30 ene (.).- El director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), Klaus Regling, afirmó hoy que "asume" que las instituciones no aprobarán el desembolso del próximo tramo del rescate griego a Atenas si el Fondo Monetario Internacional (FMI) no acepta participar en el rescate.
"Esa es mi hipótesis de trabajo. No por que sea mi condición sino porque nuestros Estados miembros lo quieren así. Ese es el acuerdo institucional al que llegamos en el pasado. Esa es mi asunción de trabajo", dijo Regling en declaraciones a la prensa sobre si la participación del Fondo era una condición para aprobar el próximo desembolso.
El FMI debatirá el 6 de febrero si participa en el rescate a Grecia, en el que ahora solo proporciona apoyo técnico a los acreedores europeos -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el MEDE-, una participación en la que han insistido los Estados, especialmente Alemania, y con la que cuenta Bruselas.
En la decisión tendrá en cuenta el análisis de sostenibilidad de la deuda helena que ha hecho la entidad y que considera esta carga "altamente insostenible", según las filtraciones publicadas este viernes por varios medios, una opinión que contrasta con la del MEDE, que considera que la carga "puede ser manejable".
En este sentido, Regling dijo que estas preocupaciones "no son nuevas" y que la posición del MEDE es "clara" en cuanto a continuar el programa con la participación del FMI, no porque necesiten su aportación financiera, dado que el MEDE puede proporcionarla, sino porque ese fue el acuerdo entre las instituciones "y no hay razón para cambiarlo ahora".
El director de la entidad afirmó que le pone "muy nervioso" que el FMI pueda rechazar participar en el rescate "porque esto crearía serios problemas en algunos países", y aseguró que el presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem, y las instituciones, "están trabajando duro" de cara al próximo Eurogrupo para conseguir que el Fondo participe.
Regling descartó que las instituciones tengan un "plan B" en caso de que el FMI rechace participar.
El director del fondo de rescate para la eurozona afirmó que probablemente no tengan que utilizarse los 86.000 millones de euros previstos en el tercer rescate, ya que tanto el crecimiento como el desempeño fiscal del país han sido "mejor de lo esperado" y la banca "probablemente necesitará 20.000 millones menos de lo previsto".
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