BUENOS AIRES – La economía argentina está experimentando un giro sorprendente bajo el liderazgo del presidente Javier Milei, quien asumió el cargo el año pasado. El mandatario libertario, conocido por su promesa radical de recortar el gasto público, ha estado trabajando contra todo pronóstico para estabilizar la históricamente volátil economía del país y aplacar el descontento social.
En los 11 meses desde que comenzó la administración de Milei, se ha observado una notable recuperación en el rendimiento de los bonos locales y un significativo repunte en los mercados. El presidente, frecuentemente asociado con la extrema derecha global e ideologías neoliberales, ha logrado un progreso económico sustancial, sacando la deuda argentina de la zona de riesgo por primera vez en cinco años.
El gabinete de Milei, que incluye conservadores más moderados, ha conseguido reducir las tasas de inflación de tres dígitos, reponer las reservas del banco central, fortalecer el peso argentino, revertir un déficit fiscal considerable y atraer dólares de vuelta al sistema bancario.
A pesar de implementar duras medidas de austeridad que han incrementado las tasas de pobreza y frenado el crecimiento económico, el estilo directo y el liderazgo carismático de Milei han logrado mantener su popularidad entre los votantes, como lo demuestran las encuestas de opinión. Su gobierno ha protegido estratégicamente e incluso aumentado los fondos para ciertos programas sociales, mitigando el potencial de protestas masivas, aun cuando los niveles de pobreza superan el 50%.
La economía argentina, aunque todavía frágil, ha mostrado signos de resiliencia. El índice bursátil S&P Merval ha alcanzado nuevos máximos, y los valores de los bonos han aumentado de aproximadamente 20 centavos por dólar a casi 70 centavos.
La administración de Milei ha logrado lo que muchos creían imposible sin provocar disturbios civiles: ha recortado drásticamente el gasto público en miles de millones y ha reportado consistentemente superávits fiscales, rompiendo una tendencia de larga data de déficits.
El banco central también ha logrado avances significativos en la acumulación de reservas de divisas, añadiendo un neto de 19.000 millones de dólares este año, con compras de divisas acelerándose recientemente después de una desaceleración a mediados de año.
La inflación en Argentina, aunque sigue siendo la más alta a nivel mundial con más del 200% anual, ha experimentado una desaceleración en los aumentos mensuales de precios del 25% en diciembre a alrededor del 3,5% actualmente. Este enfriamiento de la inflación ha permitido reducir las tasas de interés, con un reciente recorte al 35% el pasado viernes.
El gobierno ha atraído casi 20.000 millones de dólares en depósitos de vuelta a los bancos locales, gracias a una mayor confianza de los inversores y un programa que ofrece amnistía a los ahorradores.
Un enfoque en detener la emisión monetaria, implementar medidas de austeridad y aumentar las reservas ha reducido la demanda de dólares mientras incrementa la necesidad de pesos. Este cambio ha fortalecido el peso en los mercados paralelos y ha reducido significativamente la brecha entre los tipos de cambio oficial y paralelo, que anteriormente había alcanzado una disparidad de casi el 200%, distorsionando la economía y complicando el comercio.
A pesar de las posturas controvertidas de Milei, incluyendo sus puntos de vista antifeministas y su escepticismo sobre el cambio climático, ha logrado mantener el apoyo en las encuestas de opinión pública. Este respaldo es crucial para avanzar en su agenda de reformas, dado que su partido tiene una representación limitada en el Congreso.
Reuters contribuyó a este artículo.
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