Tokio, 8 may (EFE).- El ministro nipón de Industria, Yukio Edano, afirmó hoy que la situación energética de Japón es "bastante grave", tras la paralización el sábado de su último reactor nuclear activo, aunque matizó que se intentarán evitar las restricciones eléctricas obligatorias este verano.
Edano, al frente de Industria desde septiembre de 2011, hizo estas declaraciones después de que un informe apuntara a que en la provincia de Kansai, la más poblada de Japón, la demanda de energía podría superar a la oferta hasta casi un 15 por ciento en las horas puntas de este verano.
El ministro mostró su deseo de "evitar imponer medidas obligatorias de ahorro de energía" en los meses de más calor, pero también reconoció, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, que la situación es preocupante.
La crisis nuclear desatada en Fukushima por el devastador tsunami de marzo del año pasado ha llevado a la paralización gradual, por seguridad o mantenimiento, de todos los reactores nucleares comerciales del archipiélago, el último de ellos el de Tomari (norte), detenido el pasado fin de semana.
Antes del accidente nuclear la tercera economía mundial obtenía casi un 30 por ciento de su electricidad gracias a las centrales atómicas, por lo que en los últimos meses el país ha tenido que aumentar el ritmo de sus plantas térmicas y las importaciones de hidrocarburos.
El pasado verano, el Gobierno impuso las primeras restricciones eléctricas obligatorias en 37 años en algunas áreas de Tokio y Tohoku (noreste de Japón) para afrontar la escasez eléctrica provocada por la crisis en Fukushima Daiichi.
Para ahorrar electricidad, parte de la industria nipona tomó medidas como la de cambiar turnos para hacer funcionar las fábricas los fines de semana, cuando el consumo es generalmente menor, y pararlas en cambio los jueves y viernes, lo que podría repetirse este verano.
Desde que el tsunami provocara en Fukushima la peor crisis nuclear desde la de Chernóbil ninguno de los reactores nipones parados han sido reactivados, ya que antes necesitan el visto bueno de las autoridades locales, que por el momento se oponen a su reapertura. EFE