Investing.com – Mientras los inversores se preparan para conocer la última decisión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) este jueves, los mercados están convencidos de que no se anunciarán cambios en cuanto a los tipos de interés o el programa de adquisición de activos, aunque el presidente de la autoridad monetaria, Mario Draghi, podría indicar cuándo cree que podría producirse una hipotética reducción de la compra de bonos.
La última decisión sobre tipos de interés del BCE se dará a conocer a las 12:45, hora de Londres (las 13:45 en España), aunque hay pocas expectativas de que se tome ninguna medida después de que el banco central sorprendiera en los mercados en diciembre afirmando que ampliaría su programa mensual de compra de bonos hasta finales de año, aunque redujo la cantidad en 20.000 millones de EUR hasta un total de 60.000 millones de EUR a partir de abril.
La mayor parte de la atención se centrará en la rueda de prensa del presidente del BCE, Mario Draghi, 45 minutos después del anuncio.
Alegando las medidas de política adoptadas en diciembre, Morgan Stanley desestimó la posibilidad de que se tome medida alguna en esta reunión.
"Los inversores probablemente se centrarán en si la mejora de las cifras sobre crecimiento e inflación tiene algún efecto sobre el modo de pensar del BCE", decían estos analistas en una nota a sus clientes.
El repunte de la inflación, tanto en Alemania como en la zona euro en general, ha provocado nuevos llamamientos de los economistas alemanes para que el BCE suba los tipos de interés y reduzca sus estímulos monetarios.
La inflación de la región en general subió hasta el 1,1% en diciembre frente al 0,6% de noviembre, pero los expertos de Brown Brothers Harriman creen que Draghi puede hacer hincapié en que los datos recogidos en solo un mes son insuficientes para provocar un cambio en la política monetaria.
"Además de advertir sobre el riesgo de sacar conclusiones precipitadas basadas en los datos de un solo mes, podría también señalar que el aumento de la inflación general es resultado principalmente de los precios de la energía ", añadieron.
La tasa subyacente de inflación fue de sólo un 0,9% en diciembre, muy por debajo del objetivo del 2% fijado por el BCE.
Goldman Sachs ha destacado esta brecha entre la inflación general y la inflación subyacente en una nota a sus clientes:
"Los efectos básicos negativos para enero y febrero probablemente impulsarán aún más la inflación general, mientras que ocurre lo contrario con la inflación subyacente, que nuestros economistas calculan que permanecerá alrededor del 0,8% en 2017 y 2018, muy por debajo de los pronósticos del BCE", declaró el corredor.
Los economistas de Moody’s Analytics señalaron que la subida de la inflación de Alemania podría despertar a los detractores de la relajación cuantitativa.
"Sin embargo, creemos que cualquier discusión sobre cómo reducir la compra de activos es prematura y confiamos en que el BCE esperará hasta que el crecimiento de los precios sea sostenible y disminuya la incertidumbre política”, declararon.
Una reciente encuesta de Reuters concluía que el siguiente paso de política monetaria del BCE después de abril, que es cuando reducirá su programa mensual de compra de bonos, será reducir el volumen del programa de expansión cuantitativa, alegando los indicios de estabilización económica y la subida de la inflación.
En esta misma línea, los analistas de Standard & Poor’s señalaron que "es probable que la política monetaria conserve su carácter acomodaticio hasta que la inflación subyacente experimente un ajuste sostenido de su rumbo, probablemente no antes de 2018".
Analistas de UBS también confían en que el BCE se abstendrá de implementar reducciones en la cantidad de compras de activos hasta principios de 2018.
"Con este panorama, la decisión del BCE podría producirse ya el próximo 7 de septiembre o el 14 de diciembre, a más tardar," predijeron.
Sin embargo, los economistas del Deutsche Bank han reconocido que el anuncio de estas reducciones podría producirse antes.
"Si continúa la actual tendencia de los datos, la decisión definitiva podría acelerarse y anunciarse en junio, en lugar de en septiembre, aunque septiembre es nuestra base de partida", indicaron, añadiendo que "a mitad de año es lo más pronto que la poco convincente inflación subyacente podría cumplir las condiciones mínimas para el ajuste de la política monetaria".
Con este calendario de fondo, UBS ha explicado qué es lo que esperan que Draghi mencione en la rueda de prensa: "a) los sorprendentemente positivos PMIs de zona euro y la recuperación de la inflación en diciembre y sus probables implicaciones en cuanto a las previsiones de política monetaria; b) los esfuerzos para afrontar los retos en el sector bancario italiano; c) los resultados de la nueva encuesta sobre préstamo bancario del BCE, así como; d) las consecuencias de los posibles cambios en la política económica de Estados Unidos en Europa y la política monetaria del BCE".