Bruselas, 13 feb (.).- La Comisión Europea (CE) estima que Portugal cerró 2016 con un déficit del producto interior bruto (PIB) del 2,3 %, un importante descenso frente al 4,4 % que registró en 2015 y que le permite cumplir con el objetivo de Bruselas, que consistía en mantenerlo por debajo del 2,5 %.
Según las previsiones macroeconómicas de invierno publicadas hoy por el Ejecutivo comunitario, Portugal conseguirá reducir su déficit al 2 % del PIB durante el presente ejercicio, aunque repuntará levemente en 2018 hasta colocarse en un 2,2 %.
La reducción del PIB al 2 % en 2017 se debe, según la CE, a la recuperación de una garantía del Banco Privado Português (BPP), una "operación excepcional" que supuso un 0,25 % del PIB.
La cifra de 2016, por su parte, compensa una reducción de impuestos más baja de lo previsto con la contención del gasto y la reducción del gasto público, según el Ejecutivo comunitario.
El pronóstico de la CE para 2017 es más pesimista que el del Gobierno portugués, que previó en su proyecto de presupuesto una caída de casi un punto porcentual hasta el 1,6 %.
Las cifras publicadas hoy mejoran las expectativas del pasado mes de noviembre, que indicaban que Portugal alcanzaría un déficit del 2,7 % en 2016 y no cumpliría el objetivo que había marcado Bruselas hasta 2017, cuando registraría un 2,2 %.
Portugal, al igual que España, evitó en julio una multa pese a haber incumplido sus objetivos de reducción de déficit en 2015, tras lo cual se comprometió con sus socios a tomar medidas para rebajarlo al 2,5 % en 2016.
En conjunto, la CE destaca un rendimiento económico fuerte de la economía lusa en la segunda mitad de 2016, impulsada principalmente por el turismo, y calcula que Portugal cerró el año con un crecimiento real del PIB de un 1,3 %.
El pronóstico de invierno es notablemente más optimista que el hecho público por la CE en otoño, ya que prevé un crecimiento del 1,7 % en 2017 (frente al 1,2 % que predijo en noviembre) y del 1,5 % en 2018.
La proyección, sin embargo, apunta a los problemas sin resolver en el sector bancario como circunstancia que podría "disminuir la recuperación esperada en la inversión".
La CE espera que el crecimiento en el empleo, que se vio impulsado por la temporada turística, se ralentice desde el 1,3 % registrado en 2016 hasta el 0,8 % en 2018.
Por otra parte, el Ejecutivo comunitario estima que la deuda portuguesa llegó al 130,5 % del PIB al final de 2016, principalmente por la recapitalización del banco Caixa Geral de Depósitos (propiedad del Estado), aunque bajará al 128,9 % en 2017 y al 127,1 % en 2018 por el "crecimiento económico constante".
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