Londres, 11 ene (.).- La ministra británica de Economía, Rachel Reeves, ha defendido este sábado su cuestionada visita a China al subrayar desde Pekín que ayudará a "desbloquear beneficios tangibles" para los negocios nacionales, en un momento delicado para la economía por la escalada de los intereses sobre los bonos de deuda soberana.
El desplazamiento a China de la titular laborista para intervenir en el XI Diálogo Económico entre ambos países ha sido muy criticado en el Reino Unido al coincidir con la inquietud generada en el mercado de deuda por el reciente aumento de los rendimientos de los bonos soberanos.
En declaraciones hechas hoy a reporteros durante una visita a un local del fabricante británico de bicicletas de la marca Brompton en Pekín, Reeves ha insistido en que la principal misión del Ejecutivo es "el crecimiento" del país.
Este viaje, según ha remarcado, contribuirá a "desbloquear beneficios tangibles para los negocios británicos y el comercio por el mundo; y a asegurar un mayor acceso al Reino Unido a la segunda mayor economía del mundo".
"El crecimiento económico es la misión número uno de este Gobierno y las reglas detalladas en el Presupuesto no son negociables", ha dicho también la ministra, quien ha remarcado cómo "la estabilidad económica es la base del crecimiento económico y de la prosperidad".
El pasado jueves, el interés sobre la deuda con vencimiento a diez años subió 0,12 puntos porcentuales, hasta un 4,93 %, alcanzando su mayor nivel desde 2008 provocando turbulencias en el Reino Unido.
Ese aumento afectó a la libra esterlina, perjudicada tanto por el fortalecimiento del dólar como por el encarecimiento para el Estado de la emisión de deuda, que amenaza la estabilidad de las finanzas públicas.
La situación provocó el miedo de los inversores a que la economía se adentre en un periodo de estanflación, lo que reduciría el margen del Ejecutivo para gestionar el endeudamiento, que va en ascenso por su compromiso de mayor inversión en los servicios públicos.
El pasado octubre, Reeves presentó un Presupuesto con un aumento estimado del gasto público de unos 70.000 millones de libras (83.400 millones de euros) en 2025-26, acompañado de subidas impositivas por valor de 40.000 millones (47.692 millones de euros).
No obstante, pese a asegurar hoy que no planea alterar sus planes para la economía, según los analistas el incremento del coste de pedir prestado podría forzarle a cambiar su estrategia de inversión o subir aún más las tasas para poder cumplir sus reglas de disciplina fiscal.
En otro intento por calmar las inquietudes, el Tesoro británico ha subrayado que el viaje de la ministra al país asiático busca construir "una base común en materia de comercio e inversión" con China.
Además, Reeves aprovechará la coyuntura para abordar con su socio áreas en las que no están de acuerdo "como los valores democráticos y las libertades" o el apoyo de China a Rusia en su guerra con Ucrania.
"Tenemos que asegurarnos de que tenemos una relación buena y pragmática con los países de todo el mundo. Esto redunda en nuestro interés nacional", ha observado la política.
En un artículo escrito por Reeves publicado hoy en 'The Times', responde a las críticas del opositor Partido Conservador que la acusan de "huir" en medio de la crisis y recuerda que "no se puede ignorar que China es la segunda mayor economía mundial y el cuarto mayor socio comercial, con exportaciones que respaldan casi medio de millón de empleos en el Reino Unido".
Para el ex subgobernador del Banco de Inglaterra John Gieve, la situación en el Reino Unido es un reflejo de lo que está ocurriendo en Estados Unidos con los yields (rendimientos), "donde los mercados están adoptando un punto de vista diferente sobre cómo irá su economía una vez el presidente (Donald) Trump esté en el Gobierno".
También el analista Peder Beck-Friis, de la consultora PIMCO, sostiene que, aunque factores específicos que se han dado en este país como el Presupuesto general han contribuido a la subida, "la mayor parte del incremento se ha debido a las subidas de los rendimientos del Tesoro estadounidense durante el mismo periodo".
La economía británica, que salió de una recesión técnica a comienzos del pasado año, se mantiene ralentizada y, según los últimos indicadores, el producto interior bruto (PIB) no registró crecimiento en el tercer trimestre de 2024 (tras un alza del 0,5 % en los tres meses anteriores) y se teme que el declive persista.