Riad, 30 nov (.).- El rey saudí, Salman bin Abdelaziz, anunció hoy la retirada de 100.000 millones de riales (26.600 millones de dólares) de las reservas del Fondo General de Inversiones para destinarlos a sectores no petrolíferos con el objetivo de "diversificar el abanico de inversiones y aumentar sus ingresos".
En un comunicado difundido por la agencia oficial saudí de noticias, SPA, el monarca señaló que "la estrategia inversora del fondo se centrará próximamente en varias prometedoras oportunidades en el mercado nacional e internacional", aunque no concretó en qué sectores.
"La inversión se va a llevar a cabo en etapas sucesorias en el marco del programa Visión 2030 y sus objetivos, que se espera que tengan un rol positivo para aumentar las inversiones y la diversificación de las fuentes de ingresos", más allá del petróleo, añadió el soberano.
El comunicado de la SPA no precisó si ya se han retirado esos 100.000 millones de riales, aunque el pasado octubre el Fondo General de Inversiones registró una disminución de esa misma cantidad, según informes mensuales del Fondo Monetario Saudí, que corresponde al Banco Central.
Esas reservan alcanzaban entonces 474.100 millones de riales saudíes (más de 126.000 millones de dólares).
Este fondo recibe el superávit de los ingresos del presupuesto y no se puede retirar nada de dinero salvo con un decreto real en caso de extrema necesidad del Estado saudí.
El Fondo General de Inversiones fue fundado en 1971 y administra las inversiones gubernamentales dentro y fuera del país.
Su importancia aumentó cuando el hijo del rey, Mohamed bin Salman, se hizo cargo del ámbito económico del país y de la presidencia del Consejo Administrativo del fondo.
El pasado abril, el Gobierno de Arabia Saudí, presidido por el rey, aprobó el denominado "Proyecto de la Visión de Arabia Saudí-2030", cuyo objetivo es reducir la dependencia del petróleo, desarrollando las inversiones y aumentando las exportaciones no petroleras de aquí al año 2030.
El Consejo de Ministros saudí informó entonces que ese plan incluye, entre otras cosas, la venta de hasta un cinco por ciento de las acciones de la compañía estatal Aramco y sus empresas filiales, así como la salida a Bolsa de la firma.