En un importante avance, Rusia ha iniciado un programa clandestino de drones en China con el objetivo de producir vehículos aéreos no tripulados (UAV) de ataque de largo alcance para su despliegue en el conflicto contra Ucrania. Esta información proviene de fuentes de inteligencia europeas y documentos que lo corroboran.
El dron, denominado Garpiya-3 (G3), ha sido desarrollado por IEMZ Kupol, una filial del fabricante de armas estatal ruso Almaz-Antey. Informes al ministerio de defensa ruso de principios de este año detallan la colaboración de Kupol con expertos chinos tanto en el desarrollo como en las pruebas de vuelo del modelo G3.
Kupol también ha comunicado su capacidad para producir en masa estos drones, incluido el G3, en una fábrica en China, con la intención de utilizarlos en lo que Moscú denomina la "operación militar especial" en Ucrania.
A pesar de las solicitudes de comentarios, no ha habido respuesta por parte de Kupol, Almaz-Antey o el ministerio de defensa ruso. Por su parte, el ministerio de asuntos exteriores de China ha declarado desconocer tal proyecto y ha enfatizado las estrictas medidas de control del país sobre las exportaciones de drones.
Según los informes de Kupol, el dron G3 puede recorrer aproximadamente 2.000 km con una carga útil de 50 kg. Se han enviado muestras del G3 y otros modelos de drones producidos en China a Kupol en Rusia para pruebas adicionales, nuevamente con la participación de especialistas chinos. Sin embargo, no hay información disponible sobre las identidades de los expertos chinos en drones involucrados en el proyecto.
La entrega de siete drones militares desde China a la sede de Kupol en Izhevsk, Rusia, ha sido documentada en facturas de una empresa rusa que actúa como intermediaria con proveedores chinos. Estas facturas incluyen solicitudes de pago en yuanes chinos, pero no especifican fechas de entrega ni las identidades de los proveedores chinos.
Según fuentes de inteligencia, la llegada de los drones de muestra a Rusia representa la primera evidencia sólida de UAV completos fabricados en China entregados a Rusia desde el inicio de la guerra en Ucrania en febrero de 2022. Las fuentes solicitaron anonimato debido a la naturaleza sensible de la información y omitieron ciertos detalles de los documentos.
Pekín ha negado constantemente cualquier participación en el suministro de armas a Rusia para el conflicto en Ucrania, manteniendo una postura de neutralidad y destacando su contraste con otras naciones a las que acusa de tener "dobles estándares en las ventas de armas" y exacerbar la crisis ucraniana.
Las nuevas revelaciones sugieren que Kupol ha ampliado sus actividades más allá del uso de motores y piezas chinas para la producción de drones en Rusia, hasta obtener UAV completos de China. Tanto Rusia como Ucrania han estado aumentando activamente sus arsenales de drones, que han demostrado ser efectivos en la guerra.
David Albright, ex inspector de armas de la ONU, señaló que al establecer la producción en China, Kupol podría potencialmente eludir las sanciones occidentales y obtener acceso a tecnología y experiencia avanzadas. Sin embargo, Samuel Bendett de CNAS advirtió que China probablemente sería cautelosa para evitar las graves implicaciones de las sanciones internacionales por apoyar los esfuerzos militares de Rusia.
El G3 es una versión avanzada del dron Garpiya-A1, rediseñado por expertos chinos a partir de los planos originales. En un plazo de ocho meses, el proyecto tiene como objetivo producir un UAV de ataque REM 1 de diseño chino con una carga útil de 400 kg, comparable al dron Reaper estadounidense.
Además, existen planes que involucran a Kupol, TSK Vektor y Redlepus para establecer una instalación conjunta ruso-china de investigación y producción de drones en la zona económica especial de Kashgar, en la provincia de Xinjiang. Se proyecta que esta base produzca 800 drones anualmente, aunque no se ha proporcionado un cronograma operativo.
La semana pasada, el presidente ruso Vladimir Putin anunció que el ejército ruso había adquirido alrededor de 140.000 drones en 2023 y planeaba multiplicar esta cifra por diez en el año en curso, enfatizando la importancia de una rápida adaptación a los requisitos del campo de batalla.
Reuters contribuyó a este artículo.
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