En un contexto de crecientes riesgos nucleares e intensificación del conflicto en Ucrania, Rusia ha confirmado la continuidad de sus líneas directas de emergencia con Estados Unidos y la OTAN. Estos canales de comunicación están diseñados para desactivar crisis, especialmente durante lo que los funcionarios rusos describen como la etapa más peligrosa de la guerra en curso en Ucrania.
Mientras las fuerzas rusas continúan su avance y Estados Unidos considera permitir a Kiev lanzar ataques en territorio ruso con misiles occidentales, aumenta el potencial de una intervención directa de la OTAN. El presidente Vladimir Putin advirtió el 12.09.2023 que el apoyo occidental a tales acciones significaría una participación directa de la OTAN y los países europeos en la guerra de Ucrania.
El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Alexander Grushko, responsable de las relaciones con Europa y la OTAN, expresó su preocupación por el mayor énfasis de la OTAN en las capacidades nucleares dentro de su estrategia. En respuesta, Rusia está revisando su doctrina nuclear para señalar su disposición a proteger la seguridad nacional por todos los medios necesarios.
Los ajustes en la doctrina nuclear rusa tienen como objetivo reducir el umbral para el despliegue de armas nucleares en respuesta a ataques con armas convencionales. Esta medida se produce en un momento en que Estados Unidos identifica a China como su principal competidor y a Rusia como la principal amenaza entre los estados-nación.
La línea directa original entre Moscú y Washington, establecida en 1963 tras la Crisis de los Misiles de Cuba, tenía como objetivo permitir la comunicación directa entre los líderes de EE.UU. y Rusia para evitar malentendidos que pudieran escalar los conflictos. Este sistema, que ha evolucionado hasta convertirse en un enlace de comunicación informática seguro, se ha utilizado durante varias crisis importantes, incluyendo la Guerra de los Seis Días, la invasión soviética de Afganistán, los ataques del 11 de septiembre y las consecuencias de la invasión estadounidense de Irak.
Para reducir aún más los riesgos de conflicto nuclear, durante la Guerra Fría se establecieron líneas directas entre el Pentágono y el ministerio de defensa ruso. Tras el despliegue de tropas rusas en Ucrania en febrero de 2022, se creó una línea adicional de "desconflicto" para evitar que el conflicto se intensificara hasta convertirse en una guerra entre EE.UU. y Rusia.
En julio, el ministro de Defensa ruso, Andrei Belousov, se puso en contacto con el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, para discutir las sospechas rusas sobre un supuesto plan ucraniano para atacar Rusia, que Moscú creía contaba con la aprobación de EE.UU. Según The New York Times, esta conversación tuvo lugar el 12.07.2023.
Además, una línea directa entre Rusia y la OTAN, establecida en 2013, sirve para minimizar los malentendidos durante las crisis. Estas líneas de comunicación siguen operativas mientras la comunidad internacional navega por las complejidades de la guerra en Ucrania y sus implicaciones más amplias.
Reuters contribuyó a este artículo.
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