Por Carlos R. Cózar
Investing.com - Como una noche de transistor en los años 90 escuchando los goles de la última jornada de Liga. Así han seguido los españoles las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos para desbloquear la situación y lograr un acuerdo para formar gobierno.
Esta vez, los españoles han tirado de Twitter y de los medios online, que disparaban disparando palabras a diestro y siniestro cualquier novedad, para seguir incrédulos el cruce de acusaciones entre morados y rojos. No hay acuerdo. No habrá Gobierno. Por ahora. Porque en el debate de investidura ha habido de todo entre PSOE y Unidas Podemos. Manos tendidas y cruce de acusaciones.
Pablo Iglesias, Pedro Sánchez y Adriana Lastra han sacado todos los trapos sucios de las negociaciones. Uno dice una cosa y los otros, otra. Como una pareja que acaba de romper. En los ojos del actual presidente del Gobierno se veía la frustración de una ruptura. En los de Iglesias, rabia. En el otro lado del Hemiciclo mientras (en la derecha) solo se veían caras de felicidad y de reto. Puede ser su momento.
Iglesias dijo que renunciaban al Ministerio de Trabajo si cedían ciertas competencias, Sánchez que han estado pidiendo de más. Mientras, Aitor Esteban y Gabriel Rufián pidieron cabeza a los dos políticos porque, tal y como dijo el líder socialista “la izquierda siempre pierde, aunque esta vez haya ganado”.
El caso es que, tras el cruce de acusaciones, Podemos y PSOE han dejado una puerta abierta para ponerse a trabajar durante el mes de agosto. Ahora, se abre otro plazo para convocar otra nueva investidura en la que Pedro Sánchez pueda ser presidente y evitar, así unas nuevas elecciones.
El proceso sería el mismo, una primera votación en la que necesitarían mayoría absoluta, y una segunda con mayoría simple. En caso de no haber acuerdo, el 24 de septiembre el BOE publicará la convocatoria electoral para unos nuevos comicios. Las elecciones tendrían lugar en un plazo de 47 días, por lo que nos iríamos al domingo 10 de noviembre.
De volver todo al principio, España podría estar sin gobierno hasta febrero de 2020.