Caracas, 15 dic (EFE).- El saneamiento de tres pequeños bancos
intervenidos en noviembre pasado, que reabrirán sus puertas el
próximo lunes bajo control público, costó al Estado venezolano 92,7
millones de bolívares (43,1 millones de dólares), informaron hoy
medios locales.
La Superintendencia Nacional de Bancos (Sudeban) informó este
lunes de que concluyó la intervención de los bancos Bolívar,
Confederado y Central Banco Universal, y que los mismos reabrirán al
público el próximo lunes 21 de diciembre.
La Sudeban indicó que levantó la intervención porque se cumplió
"el régimen de rehabilitación" de las tres entidades, que forman
parte del grupo de ocho pequeños bancos cerrados a partir del pasado
30 de noviembre luego de que las autoridades detectaron
"irregularidades" en su administración.
De acuerdo con el "plan de rehabilitación", el Estado adquirió la
mayoría accionarial de esas entidades por un total de 92,7 millones
de bolívares (43,1 millones de dólares), durante "asambleas
extraordinarias" de accionistas celebradas el "jueves pasado",
informó hoy el diario "Últimas Noticias" de Caracas.
Con ese aporte de capital el Estado, "asumió" las "pérdidas"
contabilizadas en las tres instituciones, que suman el "4,43 por
ciento" del total de depósitos del sistema financiero venezolano,
indicó por su parte el rotativo caraqueño "El Universal".
La semana pasada, el presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció
que el 21 de diciembre reabrirán bajo control estatal los bancos
Bolívar, Confederado, Central Banco Universal y Banco Real, y que
los mismos se fusionarían con el estatal Banfoandes para dar paso a
una nueva entidad pública denominada Banco Bicentenario.
En la información de la Sudeban divulgada el lunes no se incluyó
al Banco Real en el grupo de tres que fueron rehabilitados y que por
ello abrirán el próximo día 21.
Con la adquisición de las tres pequeñas entidades rehabilitadas,
el Estado dominará el 25 por ciento de los depósitos del sistema a
través de su red bancaria, constituida por cinco entidades, entre
ellas el Banco de Venezuela, el tercero más grande del país.
El Gobierno de Chávez compró el Banco de Venezuela en mayo pasado
al español Grupo Santander por 1.060 millones de dólares, como parte
de la reestructuración y fortalecimiento del sistema público
bancario.
De acuerdo a la información de prensa, con la compra de las tres
pequeñas entidades la red pública bancaria acumulará una nómina de
17.096 empleados, lo que representa el 23 por ciento de todas las
personas que trabajan en el sector.
Le seguirá el privado Banco Banesco, con un volumen de depósitos
igual al 13,27 por ciento y 9.233 trabajadores, según informó el
diario "El Universal".
Desde el pasado 30 de noviembre han sido intervenidos un total de
ocho pequeños bancos, que representan alrededor del 7 por ciento de
los ahorros del sistema, sin que ello haya afectado al resto del
sector financiero, que funciona con normalidad y se encuentra sólido
según portavoces oficiales.
De esos bancos, dos han sido liquidados, el Canarias y
ProVivienda, y sus clientes comenzaron a recibir hasta 10.000
bolívares (4.651 dólares) del Fondo de Garantías de Depósitos
(Fogade), un beneficio que favorecerá a más del 95 por ciento de los
afectados, de acuerdo a los datos oficiales.
Tras la conclusión del saneamiento de los bancos Bolívar,
Confederado y Central, continúa el proceso de intervención de las
otras tres entidades cerradas por irregularidades: los bancos
Baninvest, Banco Real y Banorte. EFE