Dublín, 25 ene (.).- El presidente estadounidense, Donald Trump, ha abandonado la dirección de las compañías que gestionan un controvertido campo de golf y complejo turístico en el condado irlandés de Clare, en la costa oeste de la isla, confirmó hoy la cadena pública RTE.
De acuerdo con la ley de incompatibilidades estadounidense, Trump dimitió de su cargo de director de dos empresas inscritas en la República de Irlanda el pasado 19, un día antes de su investidura como presidente, según la Oficina de Registros de Compañías de Dublín.
Sus hijos, Eric, Ivanka y Donald, siguen en la lista de consejeros de "TIGL Ireland Enterprises Ltd." y TIGL Ireland Management Ltd.", indicó hoy la RTE.
El nuevo inquilino de la Casa Blanca se vio obligado el pasado diciembre a suspender el proyecto de construcción de un polémico muro frente al lujoso complejo turístico "Trump International Golf Links and Hotel Ireland",
El plan del dirigente republicano en la localidad de Doonbeg preveía la construcción de un muro de 2,8 kilómetros de longitud, 4 de alto y 200.000 toneladas de peso sobre un espacio de playa y dunas parcialmente erosionadas por el fuerte viento y las mareas en los últimos años.
No obstante, el Consejo del Condado de Clare informó entonces de que la solicitud de Trump para modificar el paisaje de esta zona de costa, conocida como Doughmore, se había archivado, después de que residentes y grupos medioambientales hubiesen presentado numerosas objeciones.
Al parecer, entre los argumentos presentados para obtener los permisos de construcción del muro, el equipo de Trump aseguró que el complejo necesitaba protegerse de los efectos del calentamiento global y el aumento del nivel del mar, a pesar de que el presidente ha declarado su escepticismo sobre este fenómeno.
En una entrevista reciente con el diario británico "The Times", aseguró que el fracaso de su proyecto en Irlanda era un ejemplo de cómo la burocracia de la Unión Europea (UE), según él, pone trabas a los empresarios.
Trump agregó a ese medio de comunicación que le "importaba muy poco" lo que suceda con su negocio en el condado irlandés de Clare.