Atenas, 25 ene (.).- El primer ministro griego, Alexis Tsipras, sostiene que su Gobierno no aprobará bajo ningún caso medidas de recorte que vayan más allá de lo acordado en el programa de rescate, tal como pide el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de su participación en él.
"De ninguna manera se plantea legislar ni un solo euro de medidas que vayan mas allá de lo dispuesto en el acuerdo (de rescate)", señala Tsipras en una entrevista que publica hoy el diario Efimerida ton Syntaktón, con motivo del segundo aniversario de Syriza al frente del Gobierno heleno.
Las declaraciones de Tsipras tienen lugar en víspera de la reunión del Eurogrupo en la que se abordará el estado de la segunda evaluación del rescate, negociaciones prácticamente estancadas desde hace meses.
El FMI ha supeditado su participación en el tercer rescate a que se aprueben medidas adicionales para el caso de que Grecia no pueda alcanzar un superávit primario del 3,5 % del PIB a partir de 2018, tal como está estipulado en el memorando de rescate.
Básicamente el FMI reclama ajustes adicionales en materia de pensiones, pero también que se reduzca el mínimo exento en la tributación del IRPF, situado actualmente en 8.636 euros brutos anuales.
A juicio de Tsipras, la exigencia del FMI de legislar a priori medidas para un caso eventual no solo "son ajenos a la Constitución griega", sino también a las reglas de la democracia y al acervo comunitario.
El Gobierno griego acude al Eurogrupo de mañana consciente de que no habrá un acuerdo, pero espera que al menos se logre desatascar la situación "a nivel político" para posibilitar el regreso de los acreedores a Atenas.
El portavoz del Gobierno, Dimitris Tsanakópulos, aseguró este martes que como mucho Atenas está dispuesta a aceptar que el recorte automático previsto en el caso de que Grecia se desvíe de sus objetivos de superávit se prolongue hasta 2019, es decir, un año más allá de que expire el actual tercer rescate.
Según señalan hoy varios medios locales, basando su información en fuentes europeas, si Atenas estuviera dispuesta a reducir el mínimo exento y a modificar una serie de medidas relativas a las pensiones los acreedores estarían dispuestos a especificar ya las medidas de alivio de la deuda a medio plazo previstas a partir de 2018.
Con ello, no solo se lograría el cierre de la evaluación y el desembolso del tramo pendiente de 6.100 millones de euros, sino se conseguiría que el FMI participe en el rescate y que el BCE incluya a Grecia nuevamente en su programa de compra de bonos soberanos, una piedra angular para facilitar el regreso de Grecia a los mercados.