Raquel Godos
Washington, 26 sep (EFE).- La presidenta argentina, Cristina Fernández, acusó hoy al Fondo Monetario Internacional (FMI) de ser un "árbitro a favor de los países más desarrollados que precisamente fueron los que causaron la crisis" y de llevar a cabo una "suerte de ensañamiento" contra Argentina por contradecir sus recetas.
La presidenta argentina aludió así a las declaraciones de la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, quien exhortó el lunes a Buenos Aires a mejorar la calidad de los datos estadísticos que proporciona a la organización en los próximos tres meses si no quiere ver la "tarjeta roja", o "declaración de censura", por parte del organismo.
En una conferencia celebrada hoy en la Universidad de Georgetown y a repuesta de los estudiantes, Fernández sostuvo que el FMI lleva a cabo "una suerte de ensañamiento" con Argentina por no haber ejecutado ninguna de sus recetas, y que "castiga" al país como quien lo hace con "alumno malo".
"Realmente hay contra la Argentina por parte del FMI una suerte de ensañamiento porque somos el mal ejemplo, somos el mal alumno, somos quienes dijimos que no a todas y cada una de las recetas que quisieron imponernos en el año 2003", sentenció la presidenta en referencia a las recomendaciones del organismo durante la crisis económica que azotó el país a principios de los 2000.
Fernández aseguró que el Gobierno argentino no tiene "nada en contra del FMI desde el punto de vista ideológico", pero sí "contra el haber llevado a la tragedia más terrible que tuvo la República Argentina apoyando la convertibilidad y una política económica de endeudamiento".
"¿Dónde están las estadísticas de Grecia?, ¿eran reales? ¿Se le hizo una observación a Grecia, a España, a Italia, a Portugal? Seguro detrás de todo esto no hay una cuestión de estadísticas, ni una cuestión económica. Es una cuestión política de castigar a aquellos que pueden ser un mal ejemplo", insistió la presidenta.
Según Fernández, considerando el proceso de la recuperación económica de Argentina, el país debería ser observado, pero para ver qué se hizo para poder crecer.
"La Argentina desde 2003 a la fecha ha tenido el crecimiento más importante de sus 200 años de historia, medido como sea medido; la acumulación de reservas más importante de la que se tenga memoria, el desendeudamiento más importante y todo, todo contraviniendo todas y cada una de las indicaciones del Fondo", subrayó.
Los estudiantes preguntaron también a la presidenta por los altos niveles de inflación que según sus opositores ha provocado en la economía argentina.
"Si la inflación fuera del 25% el país estallaría por los aires", afirmó la mandataria, que admitió la existencia de la subida de los precios, pero no "las cifras inconsistentes y absurdas que algunos publican".
"Nuestro gobierno no es un modelo de metas de inflación; es de metas de crecimiento", sentenció.
Preguntada por sus reticencias a atender a la prensa argentina, Fernández respondió que en su país los periodistas "gritan si no les gusta la respuesta que escuchan" y deseó que en Argentina los medios de comunicación fueran como en EE.UU., y expresasen a quien apoyan.
"En Argentina no hay medios independientes. Son independientes de los Reyes de España", ironizó la mandataria, quien además dijo que "No debe haber habido una presidenta más descalificada, insultada y más agraviada" que ella misma por la prensa.
Respecto a las elecciones del próximo 7 de octubre en Venezuela, Fernández aseguró que el actual presidente venezolano, Hugo Chávez, aceptará los resultados sean cuales sean ya que, según dijo, "no hay precedentes" de que haya hecho lo contrario.
"No debe haber presidente latinoamericano que haya pasado más elecciones", afirmó al citar, de memoria, que Chávez había concurrido a 13 o 14 comicios desde que llegó al poder en 1999.
Fernández, quien asistió ayer a la Asamblea General de Naciones Unidas, inauguró así la Cátedra Argentina de la Universidad de Georgetown, que albergará seminarios y charlas sobre la situación política, económica y cultural del país sudamericano en la institución académica. EFE
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