Madrid, 18 ene (.).- Una exdirectora de sucursal del Banco Banif ha afirmado este jueves que Domingo Plazas, antiguo asesor fiscal del exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, le dijo que éste se encontraba tras las sociedades que enviaban dinero a Kradonara, considerada por los investigadores supuesto epicentro del entramado societario del exministro.
En la décima sesión del juicio por el 'caso Rato', que investiga el origen del patrimonio del que fuera director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la testigo, Teresa Zubizarreta, ha aclarado que no recuerda las sociedades en cuestión, y ha explicado que era una práctica habitual solicitar más información a los clientes cuando recibían una transferencia del exterior.
Según ha relatado en la Audiencia Provincial de Madrid, su relación con Plazas, que actuaba en calidad de representante de Kradonara, se debía a que ella era la directora de la sucursal del Banco Banif (actual Santander (BME:SAN) Banca Privada) donde dicha sociedad tenía cuenta.
A preguntas de la fiscal Elena Lorente, Zubizarreta ha admitido que se puso en contacto con el abogado y asesor, acusado en esta causa, para pedir información acerca de las entradas de capital.
Una práctica, ha reiterado, habitual del banco cada vez que llegaba a sus clientes una transferencia procedente del extranjero.
La Fiscalía Anticorrupción ha mostrado un correo de la testigo a Plazas en el que ella misma le pregunta si Rato es la persona que está detrás de las sociedades que envían dinero a Kradonara.
Zubizarreta, que ha manifestado a la sala que muchos pormenores los conoce por haber leído "tanto" del caso en los periódicos, no ha sabido detallar las sociedades a las que hacía referencia en su mensaje, y sólo ha recordado la mercantil Arada, donde el exministro facturaba sus conferencias.
Ante la insistencia del tribunal, ha apuntado que ella primero preguntó verbalmente a Plazas si Rato estaba detrás de las empresas, y que ante su respuesta afirmativa, decidió mandarle un correo para solicitar su confirmación, si bien no recuerda si el abogado llegó a contestar.
La publicidad de Bankia (BME:BKIA)
También ha testificado Manuel Garrido, del equipo de "ocho o diez personas" que asesoró en Bankia a José Manuel Fernández Norniella, antigua 'mano derecha' de Rato, supervisando comités como el de riesgos, irregulares, medios y, llegado el momento, inmobiliarios.
Propuesto por la defensa del exministro, Garrido se ha referido a la campaña de lanzamiento de Bankia.
Precisamente, una de las cuestiones que tiene que dilucidar la Audiencia Provincial de Madrid es si los contratos publicitarios de la entidad adjudicados a las agencias Zenith y Publicis durante el mandato de Rato se firmaron con la mediación de uno de sus presuntos testaferros, Alberto Portuondo.
A tenor del sumario, el contrato se elevó a 13,6 millones de euros, de los cuales Portuondo recibió una comisión de dos millones; de esa cantidad, el presunto testaferro habría abonado más de 835.024 euros a Kradonara.
Garrido ha repasado cómo su equipo analizó "de forma objetiva" la campaña, priorizando que el proveedor fuera "de primera línea" y que el coste fuera "adecuado a la propuesta".
"Proveedores como Remo (agencia que trabajaba con Bancaja, una de las siete cajas que integraron Bankia tras el SIP o fusión fría) ni las analizábamos. Queríamos proveedores de primera línea como Shackleton (que trabajaba con Caja Madrid), Publicis o Zenith", ha repetido.
Así, ha indicado en alusión a la campaña concreta de publicidad, "se apoyó Publicis porque suponía un ahorro".
Garrido ha negado haber tenido relación con la que fuera directora de Comunicación de Bankia Pilar Trucios, que atribuyó al exministro la decisión final sobre la contratación de las empresas encargadas de la publicidad de la salida a Bolsa.
El testigo ha aseverado que nunca se reunió con Rato, y ha respaldado el proceso de aprobación de los contratos: "Un banco no puede asignar por facultades 13 millones de euros, tiene que pasar por sus órganos".
Vínculos con Rato
Las partes se han interesado además por los vínculos de Rato con Garrido, que tras su marcha de Bankia en 2013 entró como socio minoritario en la firma española de gestión de fondos GuideBridge, con otros ex de la entidad.
Esta compañía, que sigue activa, llegó a ser el "socio operativo" del fondo estadounidense TPG, que durante cerca de cinco años, hasta 2018, fue socio mayoritario de Servihabitat (La Caixa -ahora CaixaBank- tenía entonces una participación del 49 % en esta plataforma).
En GuideBridge, Garrido coincidió con Rato, que integraba el consejo asesor -no de administración- a través de otra de sus sociedades, Explotaciones de Carabaña.
Garrido ha defendido la unión profesional con el exministro, que además era consejero de Servihabitat, así como que Rato cobrara una cantidad "no desorbitante" de uno de los clientes de GuideBridge pues fue él "quien lo había traído".
La colaboración entre ambas partes terminó en 2015 "por un tema reputacional" cuando "saltó todo lo que saltó", en referencia al inicio del caso.