Madrid, 24 jun (.).- CCOO ha reivindicado el papel del movimiento obrero y el sindicalismo en la transición a la democracia en el 50 aniversario de la detención de los principales dirigentes del sindicato en junio de 1972, lo que dio inicio al conocido como Proceso 1001.
"Es un deber de España rememorar aquel proceso, aquellas Comisiones Obreras y aquella parte de la población española que nunca se resignó a los designios de los vencedores", ha asegurado el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en el acto de homenaje organizado hoy por el sindicato junto al Gobierno de España.
"La democracia en España se ganó con la pelea en los centros de trabajo y en las calles. Tuvieron que ser centenares de miles de huelgas, millones de personas huelguistas las que hicieron tambalear el régimen y los que finalmente precipitaron una transición que conllevó la recuperación de derechos democráticos", ha zanjado Sordo.
En declaraciones a los medios antes del acto, Sordo ha insistido en que el Estado debe reconocer "el papel en la lucha por las libertades y por la democracia que ejercieron aquellos sindicalistas".
Por su parte, el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha asegurado en la clausura del homenaje que "la ley de memoria democrática va a ser una realidad bien pronto", y ha adelantado que la ley "condenará al franquismo y pondrá en valor la lucha de los trabajadores".
"En aquel proceso se sentaba en el banquillo a la clase trabajadora, a una forma de luchar por la democracia", ha afirmado Bolaños, quien también ha defendido que ese juicio "fue el fracaso del franquismo, de la España que no quería que se avanzara hacia la democracia".
En el acto también ha participado uno de los dirigentes detenidos en junio de 1972, Nicolás Sartorius (ETR:SATG), quien se ha preguntado la razón del "ensañamiento" y la "brutal represión" del régimen, algo que "solo es explicable en el marco de un incremento de la movilización social".
"La dictadura pretendía dar un escarmiento" y, aunque Sartorius ha reconocido que "el golpe fue duro", también ha asegurado que "no lograron frenar las luchas sociales y lo que ellos llamaban la subversión, porque esta siguió creciendo hasta la conquista de la democracia".