Madrid, 25 sep (.).- El Consejo General de Economistas (CGE) ha lamentado que la situación de la tributación de la riqueza en España sea "insostenible" por la "conflictividad institucional" que genera y porque, en el caso del impuesto sobre el patrimonio, no está homologado a nivel internacional.
"Creemos honradamente que es una situación insostenible que está tensionando innecesariamente el sistema jurídico e introduciendo demasiada conflictividad institucional", ha asegurado el presidente del CGE, Valentín Pich, este lunes en una sesión informativa en la que se han examinado los impuestos de patrimonio, grandes fortunas, donaciones y sucesiones.
Para Pich, los recursos sobre el impuesto de patrimonio -a raíz de que los presupuestos de 2021 incrementaran su tarifa y eliminasen su carácter temporal- y el impuesto temporal de solidaridad de grandes fortunas ejemplifican un escenario que "como país no es razonable".
"Tenemos un sistema fiscal que no facilita ni el ahorro de las personas físicas ni la capitalización de las empresas", ha señalado el presidente del CGE.
Los economistas que han participado en la sesión informativa han asegurado que, ante los recursos presentados contra ambos impuestos, como asesores recomiendan pagar sendos tributos para después, si se estima oportuno, solicitar la rectificación de la autoliquidación y la devolución de ingresos indebidos.
Pich ha acusado a las administraciones públicas de jugar al "gato y al ratón", y ha señalado que el impuesto de patrimonio no está homologado porque "es anecdótico en el conjunto de los sistemas tributarios y presenta problemas técnicos y de equidad en nuestro territorio", de manera que "lo razonable sería suprimirlo".
Por su parte, el presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) del CGE, Agustín Fernández, ha indicado que el impuesto temporal a las grandes fortunas "no debería hacerse permanente" en tanto que es "un parche" al impuesto de patrimonio para evitar las bonificaciones de algunas comunidades autónomas.
Fernández ha reclamado que la normativa tributaria no se distancie de la de los países del entorno, sin competir fiscalmente a la baja pero de manera que los tributos "no penalicen que determinados contribuyentes puedan venir a residir aquí o no propiciar que otros se deslocalicen". Cambios en el impuesto sobre el patrimonio
Si bien el CGE aboga por la supresión del impuesto sobre el patrimonio, en caso de que siga vigente han esbozado propuestas de mejora, como "reducir el efecto de la sobreimposión" sobre propiedades inmobiliarias por el impuesto sobre bienes inmuebles.
Asimismo, recomiendan homogeneizar en todos los territorios la base imponible y el mínimo exento y que el marginal máximo de la tarifa no supere el 1 %.
Para el CGE, la capacidad de los territorio debe limitarse a la tarifa y a las deducciones y bonificaciones para determinadas circunstancias, "pero dentro de unos límites que impidieran las diferencias radicales que hoy se producen".
En la misma línea, de cara a los impuestos de sucesiones y donaciones, los economistas del CGE recomiendan establecer márgenes mínimos y máximos para limitar las diferencias entre comunidades autónomas.