TOKIO - El Banco de Japón (BoJ) ha reafirmado su compromiso con una política monetaria ultra laxa en medio de las incertidumbres económicas imperantes, decidiendo mantener sin cambios su tipo de interés negativo en el -0,10% y persistir en su política de Control de la Curva de Rendimiento, con el objetivo de que el rendimiento de los bonos del Estado japonés (JGB) a 10 años se sitúe en torno al cero por ciento. Esta decisión unánime se anunció hoy, y el gobernador del BoJ, Kazuo Ueda, reconoció la posibilidad de futuros ajustes de la política monetaria.
Los mercados de divisas reaccionaron al anuncio del Banco de Japón, y el par USD/JPY experimentó volatilidad. Al principio cayó, pero luego se recuperó y se estabilizó en un nivel más alto. En el mercado bursátil, los índices de Asia-Pacífico cerraron mayoritariamente en positivo, salvo el índice Hang Seng de Hong Kong, que registró pérdidas. Tras la decisión del banco central, el dólar estadounidense ganó fuerza frente al yen.
Los precios del petróleo registraron un ligero descenso en medio de estos acontecimientos. La postura del Banco de Japón contrasta con la de otros bancos centrales, como el Banco de la Reserva de Australia, que deliberó sobre una subida de los tipos de interés antes de optar por mantenerlos estables.
Los inversores y analistas siguen de cerca los movimientos del Banco de Japón en un panorama mundial en el que otros grandes bancos centrales se plantean políticas monetarias más restrictivas. Las declaraciones del gobernador Ueda dejan margen para la especulación sobre la futura orientación monetaria de Japón, ya que insinúa estar abierto a cambios en función de las condiciones económicas.
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