TOKIO - En una medida que se desmarca de la tendencia mundial de endurecimiento monetario, el Banco de Japón ha reafirmado hoy su compromiso con una política monetaria ultralaxa. El banco central ha decidido mantener los tipos de interés negativos en el -0,1% y continuar con su estrategia de control de la curva de rendimientos de la deuda pública a 10 años.
La postura del BoJ se produce en un momento en que los bancos centrales de todo el mundo se mueven generalmente en la dirección opuesta, aumentando los tipos de interés para combatir las presiones inflacionistas. A pesar de estos cambios globales, el BoJ se ha mantenido firme, una decisión que ha sido un factor clave en la reciente depreciación del yen frente al dólar.
Los observadores del mercado están ahora muy atentos a cualquier señal que pueda indicar un giro en la política monetaria de Japón. La persistente adhesión del banco central a los tipos de interés negativos y al control de la curva de rendimientos está alimentando la especulación sobre la futura dirección de su estrategia monetaria. Los resultados de estas políticas son objeto de un atento escrutinio, ya que Japón navega por sus singulares desafíos económicos al tiempo que se desmarca del panorama más amplio de la política monetaria mundial.
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