Por Alessandro Albano
Investing.com - En 2022, a pesar de la guerra en Ucrania, el crecimiento en Europa ha respondido bien, pero las previsiones son sin duda más aciagas. Esto es lo que escribe Deutsche Bank (ETR:DBKGn) en su último informe sobre Europa, en el que el banco advierte de una "doble recesión en 2023", que comenzó ya "en el cuarto trimestre de este año".
Por doble recesión, el banco alemán entiende una contracción en la que la región sale brevemente de la recesión debido al choque energético y luego experimenta "una nueva contracción más adelante en 2023 debido al aumento de los riesgos". Además, hay una segunda posibilidad para el Viejo Continente, a saber, que la zona euro "cambie una recesión por una recesión más un avance a finales del año que viene".
En general, explican desde Deutsche Bank, 2023 "se caracterizará por la estanflación", con una recesión "entre el cuarto trimestre de este año y el siguiente", impulsada principalmente por la crisis energética y sus efectos sobre "el crecimiento, los ingresos reales y la confianza en el entorno empresarial".
Sin embargo, según el banco, la crisis actual está resultando "menos intensa de lo previsto", con una revisión al alza de las previsiones del PIB de la zona euro desde unas pérdidas del 1,2% a unas del 0,6% en 2023, junto con una rebaja de las expectativas de cara a 2024 hasta una subida del 1% frente a la subida del 1,4% prevista en septiembre.
La inflación, subraya el banco alemán, sigue siendo "la principal preocupación", aunque la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania "no es la única culpable": Deutsche Bank señala también "los enormes estímulos económicos puestos en marcha durante la pandemia" que aumentaron la masa monetaria en circulación.
Según los expertos de Deutsche Bank, todo apunta a que la inflación general caerá "sólo moderadamente" en 2023 (se prevé un 7,1% frente al 8,5% anterior), mientras que la inflación subyacente (4,7% frente al 3,9%) y el crecimiento salarial (5% frente al 4,3%) superarán las expectativas.
El banco frustra las esperanzas de un repunte de los precios subyacentes que, según explican, "no es probable que alcancen máximos antes de finales de verano", con el riesgo real de "una inflación aún más elevada y persistente".
Vinculado a esto está el capítulo del BCE, que decidirá sobre la trayectoria de los tipos de interés este jueves. Según Deutsche, Fráncfort está entrando en "la segunda fase de la salida monetaria": la primera fase, señala el informe, fue el inicio de las subidas de tipos para alcanzar rápidamente la neutralidad. La segunda, en cambio, consiste en "una ralentización del ritmo de los tipos y de saneamiento de los balances".
Sin embargo, un menor ritmo de subidas no equivale "a una tasa terminal más baja" que, según Deutsche Bank, alcanzará el 3% "a mediados del segundo trimestre de 2023".
"Esperamos que los tipos se mantengan en el 3% desde mediados de 2023 hasta mediados de 2024 (los tipos reales seguirán subiendo a medida que caiga la inflación) para luego volver a recortarlos gradualmente hasta la neutralidad a finales de 2025, mientras que la expansión cuantitativa continuará", advierte el banco.
Para definir el contexto en el que se encuentra Europa, el Deutsche Bank ha acuñado el término "policrisis", en el que interactúan "crisis de distintos orígenes cuyo coste es mayor que la suma de las partes".
Entre los elementos que podrían añadir volatilidad en 2023 se encuentran "Rusia, que encuentra formas de exacerbar las tensiones y perturbar las economías, el ajuste de la política monetaria, que tensa el sistema económico y financiero, la crisis del coste de la vida, que desencadena tensiones sociales, acciones industriales e inestabilidad política, y el cambio climático, que tensa los sistemas energéticos, la producción económica y las cadenas alimentarias", concluye el informe de Deutsche.