París, 29 jul (.).- El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, recalcó este viernes que su Gobierno se opone a imponer impuestos a los beneficios extraordinarios de ciertas empresas a causa de la inflación y de la subida de los precios de la energía, aunque les conminó a "contribuir al esfuerzo nacional".
"Estoy convencido de que los franceses prefieren tener el dinero en sus bolsillos antes que en las arcas del Estado. No soy favorable a nuevos impuestos", dijo el ministro tras la petición de varias fuerzas políticas de tasar los beneficios de empresas, como la energética TotalEnergies, que están publicando estos días resultados récord.
Pese a ello, Le Maire aseguró, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, que esas empresas "tiene que contribuir al esfuerzo nacional para combatir la inflación", mediante bajada de los precios en las gasolineras, ayudas directas a los hogares más modestos o reducción de las comisiones bancarias.
Al tiempo, señaló que aquellas empresas que puedan hacerlo "deben subir los salarios" para ayudar a que los franceses puedan afrontar el encarecimiento de los productos.
El titular de Economía, que presentó el programa de estabilidad de su país para los próximos cinco años, señaló que la presión impositiva "ya es demasiado elevada" en Francia y anunció una bajada de impuestos dentro del paquete de medidas para controlar las cuentas públicas.
Le Maire consideró que el crecimiento del 0,5 % del PIB francés en el primer semestre del año es "una victoria de la economía francesa en tiempos difíciles" y que confirma la previsión del Ejecutivo de acabar el año con una subida del 2,5 %.
Reconoció que el contexto internacional somete a la economía francesa a "incertidumbres", pero apeló a combatirlas "con acción, no con pesimismo ni con los brazos cruzados".
El ministro señaló que la inflación es "la principal preocupación" de su Gobierno actualmente, tras haberse elevado un 6,1 % interanual en julio, aunque dijo que es "la más baja de la zona euro".
Aseguró que la inflación seguirá alta todo este año, lo que justifica las ayudas recientemente aprobadas por la Asamblea Nacional, pero bajará el siguiente, cuando comience a notarse la diversificación del aprovisionamiento energético iniciada por Europa.
Le Maire señaló que la trayectoria presupuestaria de su Gobierno persigue lograr que el déficit público baje del 3 % en 2027, tras haberse desbocado para afrontar la crisis sanitaria de la covid, y que comenzarán a reducir la deuda a partir de 2026.
Para ello, señaló que el gasto público solo crecerá un 0,6 % en los próximos años, el menor en dos décadas, lo que obligará a "una gran responsabilidad" en la inversión.
El Gobierno adoptará medidas estructurales, como la reforma de las pensiones, del seguro de desempleo, la reducción de la fiscalidad productiva, una bajada de impuestos y una nueva formación profesional.
"La transformación del modelo económico francés pasa por producir más empleo y atraer más industria", dijo el ministro, que señaló que su plan es combinar la contención del gasto con una inversión en economía digital y ecológica.
El Ejecutivo apuesta por una subida del 1,5 % del PIB en 2023, del 1,6 % en 2024, un 1,7 % en 2025 y 2026, y un 1,8 % en 2027.
Pero, agregó, "el objetivo estratégico" es conseguir el pleno empleo en el país, lo que pasa por situar la tasa de paro en el 5 % por vez primera desde la crisis del petróleo de 1973.
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