Berlín, 28 oct (.).- El Gobierno alemán confirmó este viernes que está estudiando la posibilidad de permitir la compra de una fábrica de chips alemana por parte de una empresa china, la misma semana que autorizó que el gigante Cosco adquiera parte de una terminal del puerto de Hamburgo.
El portavoz de cancillería, Steffen Hebestreit, declaró que el procedimiento para determinar si la operación supone un riesgo para la seguridad nacional todavía no ha finalizado, según dijo en una rueda de prensa ordinaria en Berlín.
"No quiero especular, cada caso debe ser tratado por separado", respondió al ser preguntado por los paralelismos con el caso de Cosco.
Hebestreit rehusó entrar en pormenores sobre el plazo máximo para que el Consejo de Ministros tome una decisión al respecto y no quiso confirmar si, tal y como informan los medios, los servicios secretos alemanes han advertido en contra de la operación.
Por su parte, un portavoz del Ministerio de Economía indicó que la fábrica en cuestión es la Dortmund Semiconductors, situada en la ciudad homónima del oeste de Alemania y propiedad de la empresa Elmos.
La compañía interesada en su adquisición es la sueca Silex Microsystems, una filial de la corporación china Sai Microelectronics.
El diario económico "Handelsblatt" informó este viernes de que fuentes de los servicios secretos alemanes se han pronunciado en contra de la operación y han alertado de la creciente dependencia de Pekín en el mercado de los semiconductores.
Sin embargo, de acuerdo con este medio, el canciller, Olaf Scholz, es partidario de dar luz verde al trato entre Elmos y Silex Microsystems, algo que ocurrirá previsiblemente en las próximas semanas.
La venta de una parte de una terminal del puerto de Hamburgo a la empresa estatal china Cosco ha causado considerable polémica en el seno del gabinete y de la coalición de socialdemócratas, verdes y liberales.
Finalmente, a instancias de Scholz, el Consejo de Ministros llegó al compromiso de permitir esa operación restringiendo el porcentaje de participaciones que puede adquirir Cosco a un cuarto del total e impidiendo que obtenga voz en cuestiones estratégicas.
Por el contrario, en el caso de la fábrica de chips reina la unanimidad entre el canciller y el Ministerio de Economía, de acuerdo con "Handelsblatt", ya que la tecnología empleada por Elmos no es puntera y no existe el riesgo del robo de conocimiento.