Roma, 13 mar (.).- El ministro de Transportes y vicepresidente de Italia, Matteo Salvini, afirmó este lunes que su Gobierno se "opone firmemente" a la norma Euro 7, que pretende prohibir la venta de vehículos con motor de combustión a partir de 2035, y pidió "más implicación" para proteger "puestos de trabajo".
"El Gobierno italiano se opone firmemente al reglamento Euro 7. Añado también la posición contraria al dossier CO2 para vehículos ligeros y pesados, a menos que se incluyan a los biocarburantes y los e-fuel sintéticos", indicó Salvini durante una reunión celebrada en Estrasburgo junto a otros ministros del sector de de la Unión Europea (UE).
Según informó el ministerio en un comunicado, el vicepresidente del Gobierno italiano pidió una "mayor implicación" al resto de países para "proteger a los ciudadanos, puestos de trabajo y empresas".
Italia, la tercera economía de la Unión Europea, lidera junto con Alemania, la primera, la oposición a la prohibición, propuesta por la Comisión Europea, de comercializar vehículos con motores de combustión a partir de 2035.
Para contrastar posiciones, se ha celebrado esta cumbre, en paralelo a la sesión del Parlamento Europeo, y a la que también han acudido los ministros de Polonia y República Checa, que tampoco quieren prohibirlos en esa fecha.
La postura de Salvini coincide con la de su homólogo alemán, Volker Wissing, quien exige una norma de exención para los motores de combustión que funcionan con combustibles sintéticos, los llamados electrocarburantes.
Por su parte, el ministro de la República Checa, Martin Kupka, pidió más tiempo para no afectar negativamente al sector de automoción europeo y defendió en declaraciones a la prensa local que la norma puede ser "un obstáculo para la reducción de emisiones", ya que la gente evitará comprar coches nuevos y mantendrá los actuales, menos ecológicos, más tiempo.
La llamada Euro 7 es una norma presentada por Bruselas para combatir la contaminación: el objetivo es obtener una reducción drástica de todas las emisiones nocivas a la atmósfera y aumentar la presencia de vehículos limpios.
Se prevé su entrada en vigor para automóviles a partir del 1 de julio de 2025.
Con nuevos límites máximos para las emisiones de CO2, la Euro 7 se concibió como el último estándar para vehículos que se aplicaría en los últimos diez años del motor de combustión, por lo que posponer su introducción podría retrasar también hasta más allá de 2035 la prohibición de los coches térmicos.