Madrid, 21 oct (.).- La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) propone sustituir las actuales reglas fiscales europeas por sendas de gasto para toda la legislatura, que cada Gobierno tendría que plantear al inicio y, una vez avaladas por el Parlamento y Bruselas, cumplir a lo largo de los cuatro años.
La AIReF ha publicado este viernes su propuesta de reforma de las reglas fiscales europeas, que se encuentran sometidas a revisión, unas semanas antes de que la propia Comisión Europea presente su propuesta y asegura que ha sido bien acogida en Bruselas.
Al contrario que el sistema actual, su propuesta prevé sendas específicas por países -en lugar de los mismos umbrales para todos-, un encaje temporal basado en la legislatura -en lugar de en años- y sitúa en el centro la evolución de la deuda a medio plazo -en lugar del déficit-.
En definitiva, la propuesta de la AIReF ataja algunos de los que considera principales problemas de las reglas actuales, entre ellas su carácter temporal, que sustituiría objetivos anuales por una trayectoria fiscal de legislatura.
Con este sistema, cada Gobierno, al inicio de su mandato, definiría una senda de política fiscal -dentro de un marco básico establecido a nivel europeo- para toda la legislatura, que sería sometida al propio Parlamento y al visto bueno de Bruselas y que pasaría a ser vinculante para ese Ejecutivo.
Esta senda de política fiscal no giraría en torno a un objetivo específico de déficit, como ocurre actualmente, sino en un "ancla de deuda" u objetivo factible de evolución de la deuda en función de la situación de partida, la tendencia y cuánto podría corregirse si se adoptan medidas de acuerdo a la trayectoria histórica.
Una vez establecido este "ancla" u objetivo de deuda a cuatro años (duración de la legislatura), y teniendo en cuenta la proyección de déficit primario del país, el gobierno entrante adoptaría un compromiso de límite de gasto primario para cada año de la legislatura que permitiera llegar a ese ancla de deuda.
Este límite de gasto estaría expresado en millones de euros y se repartiría entre los diferentes subsectores de la Administración, con límites específicos para cada año.
Este sistema tendría, como el actual, la posibilidad de recurrir a una "cláusula de escape" -que podría ser similar a la actual, aunque con mayor obligación de acompañarla de una senda de reequilibrio- y de modificación, por ejemplo si se produce un cambio de gobierno o surgen situaciones económicas excepcionales.
Por lo que respecta al control, cada año sería necesario evaluar si se ha cumplido con el límite de gasto propuesto y, en caso de producirse un "error grave", sería la Comisión Europea la que asumiera la supervisión para asegurar la vuelta a la senda fijada por el propio gobierno. De no ser así, esta supervisión correspondería a las autoridades fiscales nacionales.
La AIReF considera que, con este sistema, se desplaza la iniciativa de diseño de la estabilidad fiscal de Bruselas al Gobierno de cada país, lo que a su juicio hace transparente el proceso y facilitaría su cumplimiento.