Nuevo golpe de un país de la Unión Europea al oasis de las entidades financieras. La filial suiza del banco HSBC, el cuarto del mundo, ha aceptado pagar 294 millones de euros por una investigación abierta en 2014 que se saldó con acusaciones de la Fiscalía de fraude fiscal grave y blanqueo de capitales. Para ese fin, habría creado sociedades opacas en Panamá y las islas Vírgenes. Las autoridades del país reino deben dar aun su visto bueno al acuerdo y el pago se produciría en el mes de septiembre. Francia obligó este mismo año a otra entidad helvética de servicios financieros, UBS, a pagar una multa de 4.500 millones de euros por delitos similares.