Por Anirban Sen y Andres Gonzalez
NUEVA YORK/LONDRES, 31 mar (Reuters) - La actividad mundial de fusiones y adquisiciones se contrajo a su nivel más bajo en más de una década en el primer trimestre de 2023, ya que el aumento de los tipos de interés, la elevada inflación y los temores a una recesión redujeron el apetito de las empresas por las operaciones.
El volumen de fusiones y adquisiciones durante el primer trimestre se desplomó un 48%, hasta 575.100 millones de dólares a 30 de marzo, frente a los 1,1 billones del mismo periodo del año anterior, según datos de Dealogic.
La crisis bancaria, que comenzó en Estados Unidos este mes con Silicon Valley Bank y se extendió a Europa con la venta orquestada por el Gobierno suizo de Credit Suisse (SIX:CSGN) Group AG a UBS (SIX:UBSG) Group AG, agitó los mercados y paralizó muchas operaciones, según afirmaron banqueros de inversión y abogados.
"En el primer trimestre se registraron niveles extraordinarios de volatilidad e incertidumbre, más de lo que se esperaba a principios de año. Y eso ha tenido el efecto de posponer algunos anuncios", dijo Anu Aiyengar, responsable mundial de fusiones y adquisiciones de JPMorgan Chase & Co (NYSE:JPM).
El volumen de fusiones y adquisiciones cayó un 44%, hasta 282.700 millones de dólares, en Estados Unidos, y un 70%, hasta 81.870 millones, en Europa. El volumen de operaciones en Asia-Pacífico cayó un 29%, hasta 176.100 millones de dólares.
"Disponer de un mercado de financiación que funcione bien es un ingrediente fundamental para las fusiones y adquisiciones. La volatilidad del mercado ha sido claramente un reto y ha lastrado los volúmenes de operaciones en el trimestre", afirmó Brian Haufrect, codirector de Fusiones y Adquisiciones para las Américas de Goldman Sachs (NYSE:GS) Group.
A falta de financiación mediante deuda, las empresas de capital riesgo se han visto obligadas a emitir cheques de capital de mayor cuantía para sus operaciones.
"Si este entorno negativo de financiación de la deuda se prolonga durante unos años, es posible que la gente llegue a arrepentirse de haber introducido un alto componente de capital en las operaciones al principio. Pero si se tiene cierta confianza en que en los próximos 12-18 meses el mercado de financiación mejorará y los tipos de interés bajarán, sigue siendo un buen momento para realizar operaciones", afirmó Daniel Wolf, socio de Kirkland & Ellis.
El número total de operaciones por valor de más de 10.000 millones de dólares se redujo considerablemente con respecto al año pasado, ya que el apetito por las grandes alianzas estratégicas se evaporó en medio de un entorno antimonopolio más duro y de la incertidumbre macroeconómica.
"El primer trimestre se desarrolló como pensábamos, con la excepción de la crisis bancaria, que es lo último que necesitábamos", declaró Damien Zoubek, codirector de fusiones y adquisiciones en EEUU de Freshfields Bruckhaus Deringer.
Entre las principales operaciones del trimestre cabe citar la adquisición de la biotecnológica oncológica Seagen por parte de Pfizer Inc (NYSE:PFE), por valor de 43.000 millones de dólares, la compra del fabricante de software Qualtrics International Inc por parte de un consorcio liderado por Silver Lake, por valor de 12.500 millones de dólares, y la adquisición del proveedor de atención primaria Oak Street Health Inc por parte de CVS Health Corp (NYSE:CVS), por valor de 10.600 millones de dólares.
"Los compradores bien capitalizados pueden pedir dinero prestado para realizar operaciones. No veo que nos aguarde una congelación", afirmó Adam Emmerich, socio de Wachtell, Lipton, Rosen & Katz.
Kevin Brunner, codirector de fusiones y adquisiciones globales de Bank of America (NYSE:BAC), coincide con este optimismo. Señaló que algunas grandes empresas aprovechan las bajas valoraciones para lanzar opas (ofertas públicas de adquisición hostiles) y "abrazos de oso" (opas sobre cotizadas con importantes primas sobre la cotización).
"Habrá algunas oportunidades para que esta demanda reprimida de fusiones y adquisiciones se beneficie de la menor volatilidad y de una perspectiva más clara de hacia dónde nos dirigimos", afirmó Brunner.
FALTA DE CONFIANZA
Las deprimidas valoraciones del mercado también ofrecen una oportunidad para que destacados inversores activistas y asesores "proxy" (asesores de voto) lancen nuevas luchas, y los responsables de operaciones prevén que las campañas activistas impulsen los volúmenes de fusiones y adquisiciones en los próximos trimestres.
"Hay muchas empresas que tienen componentes que gustan a los activistas en términos de activos no estratégicos que pueden venderse o escindirse, o la acumulación de efectivo que podría utilizarse de mejor manera, incluso mediante recompras de acciones. Así pues, todo ello está dando lugar a un mayor activismo", afirmó Krishna Veeraraghavan, socio de Paul, Weiss, Rifkind, Wharton & Garrison LLP.
(Reporte de Anirban Sen en Nueva York y Andrés González en Londres; información adicional de David French; edición de Stephen Coates, editado en español por José Muñoz)