LONDRES, 4 oct (Reuters) - Una venta continua de deuda pública en los mercados mundiales llevaba el miércoles los rendimientos del Tesoro estadounidense a 30 años al 5% por primera vez desde 2007 y los costes de endeudamiento de Alemania a 10 años al 3%, movimientos que podrían acelerar una desaceleración económica mundial.
La creciente sensación de que los tipos de interés en las principales economías se mantendrán más altos durante más tiempo para contener la inflación, los datos económicos estadounidenses más altos de lo esperado y una fuerte liquidación de las posiciones de los operadores a favor de un repunte de los bonos han provocado un desplome de los precios de la deuda.
En el mercado del Tesoro estadounidense, considerado el pilar del sistema financiero mundial, los rendimientos a 10 años se han disparado casi 30 puntos básicos (pb) hasta el 4,8% sólo esta semana, y han subido casi 100 pb este año, tras haber saltado más de 200 pb en 2022.
El miércoles, los rendimientos a 30 años en Estados Unidos tocaban el nivel psicológico del 5% por primera vez desde la crisis financiera mundial, y el rendimiento del bono alemán a 10 años alcanzó el 3%, un nuevo hito en un mercado en el que los rendimientos eran negativos a principios de 2022.
En lo que va de semana, mientras los precios de los bonos caen, los rendimientos de los bonos australianos y canadienses a 10 años han subido más de 50 puntos básicos cada uno, y el rendimiento de la deuda pública británica a 30 años alcanzó el miércoles un nuevo máximo de 25 años por encima del 5%.
"Si el rápido aumento continúa, afectará más claramente al apetito por el riesgo, se verán mayores caídas en los mercados de renta variable, mayores aumentos de los diferenciales, y eso debería detener el movimiento, ya que volverán los flujos de seguridad", dijo el estratega jefe de mercados de Nordea (ST:NDASE), Jan von Gerich.
Los costes del endeudamiento público influyen en todo, desde los tipos hipotecarios para los propietarios de viviendas hasta los costes de los préstamos para las empresas, y la velocidad de la caída de los bonos ha desatado la alarma en los mercados de renta variable, al tiempo que ha impulsado al alza el dólar, refugio seguro, lo que a su vez ha perjudicado a otras divisas, como el yen japonés.
Los estrategas de bonos siguen esperando que los rendimientos caigan y su precio suba a medida que la economía mundial se debilita.
Pero añaden que el impulso apunta a una mayor debilidad de los precios, especialmente a medida que los inversores que habían apostado por un repunte tiren la toalla.
"Ahora mismo hay un gran impulso de venta porque el posicionamiento en el mercado ha sido erróneo", dijo Juan Valenzuela, gestor de carteras de renta fija de la gestora de activos Artemis.
"Mucha gente se creyó la idea de que como la Reserva Federal estaba llegando al tope de subidas de tipos, era el momento de comprar deuda pública, lo que significa que la mayoría del mercado ha mantenido posiciones largas".
La última oleada de ventas deja a los mercados mundiales de bonos en camino de un tercer año consecutivo de pérdidas. Y en una señal de que la volatilidad de los bonos está repuntando de nuevo, el índice MOVE ha alcanzado un máximo de cuatro meses.
"Si no vamos con cuidado, ese nivel del 5% podría llegar muy rápidamente", dijo Padhraic Garvey, jefe regional de análisis para las Américas de ING (AS:INGA), refiriéndose a los rendimientos del Tesoro a 10 años.
Los analistas señalaron que la subida de los rendimientos reales ajustados a la inflación fue especialmente dura para los prestatarios corporativos.
Un nuevo aumento de los costes de endeudamiento es también un quebradero de cabeza para los bancos centrales, que sopesan la necesidad de mantener los tipos altos para contener la inflación y el deterioro de las perspectivas económicas.
"A largo plazo, este movimiento puede sembrar las semillas de su propia caída", afirmó Richard McGuire, responsable de estrategia de tipos de Rabobank, que prevé una recesión.
"Paradójicamente, esto (la venta de bonos) sólo refuerza nuestra confianza allí porque dará lugar a un inevitable endurecimiento de las condiciones financieras que pesará sobre la demanda en el futuro".
(Reporte de Dhara Ranasinghe, Naomi Rovnick, Alun John, Yoruk Bahceli y Andy Bruce; gráfico de Amanda Cooper; edición de Kim Coghill, editado en español por José Muñoz)