Juris Kazas
Riga (Letonia), 8 oct (EFE) – Los tres países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, sin haber superado la inflacióN, deben luchar ahora con el estancamiento del crecimiento y la escasez de mano de obra al entrar en el cuarto trimestre de 2023.
"Las tres economías muestran un crecimiento lento o nulo", dijo a EFE Morten Hansen, jefe del Departamento de Economía de la Escuela de Economía de Estocolmo en Riga (SSE Riga).
Los últimos datos confirman las observaciones del profesor de la SSE Riga. Estonia se dirige a la recesión este año, y el Eesti Pank, el banco central, escribió en su último pronóstico de finales de septiembre que “pronostica una contracción del 2,2 % en la economía este año y un crecimiento del 1,4 % el año próximo. Se espera que la inflación promedie el 9,4 % en Estonia este año y el 3,4 % el próximo”.
El Banco de Letonia también publicó su pronóstico más reciente a finales de septiembre, afirmando que “se espera que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Letonia sea menor este año en comparación con el pronóstico de junio. La previsión de crecimiento económico de septiembre para 2023 es del 0,6 %”. La inflación anual será del 9,0 %, dijo el banco central.
Sin embargo, el pronóstico también decía que "se espera que el crecimiento económico de Letonia se acelere en 2024-2025, con un PIB creciendo un 3,0 % y un 3,6 % respectivamente".
Hansen advirtió que los mayores costos laborales podrían ejercer una presión al alza sobre la inflación en Letonia. "En Letonia, los salarios han pasado de un aumento del 8 % a aproximadamente un 12 % interanual en los últimos dos trimestres", dijo.
El jefe de economía de la SSE de Riga también advirtió que “la escasez de mano de obra es un problema que persistirá debido a una fuerza laboral cada vez menor, por lo que no es sólo la fortaleza económica que muestra Letonia: el bajo desempleo también se debe a una fuerza laboral cada vez menor”.
Gediminas Šimkus, presidente del Banco de Lituania, dijo en una conferencia reciente en la capital, Vilnius, que “las últimas proyecciones económicas del Banco de Lituania prevén que la inflación anual promedio caerá por debajo del 3 por ciento en 2024. Pero eso se debe principalmente a los efectos de base. Aún se prevé que la inflación subyacente se mantendrá más alta”.
En cuanto al crecimiento del PIB, el último pronóstico del banco central lituano decía que “se espera que el PIB real sea ligeramente menor este año en comparación con el año pasado. El principal lastre para la actividad económica es la caída de la producción industrial. El deterioro del entorno económico internacional, el aumento de los tipos de interés y la caída de los pedidos tras la pandemia están agravando la situación del sector”.
Eesti Pank, por su parte, señala que “los golpes más duros han recaído en el sector manufacturero, que ha tenido que hacer frente a problemas de suministro, recesiones en los principales mercados de exportación, un aumento del tipo de cambio y de los costos de producción”.
En Letonia, la producción industrial también cayó un 3,8 % interanual en agosto; Pēteris Strautiņš, economista senior del Luminor Bank, comentó que "fue la caída más pequeña desde febrero".
“A los productores de alimentos les va bien, a las industrias de la madera les va mal, a las empresas de ingeniería mecánica y electrónica les va de manera diferente, pero en general bien. Por otro lado, para todos los demás sectores, también de forma diferente, pero en general no muy bien”, escribe.
Mirando hacia el futuro de las economías bálticas en su conjunto, Hansen dice: "Con la guerra en un vecindario no muy lejano, las economías en realidad se están resistiendo bastante bien".
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