Nunca desde la crisis financiera los comerciantes habían tenido un sentimiento tan sombrío.
Es lo que se desprende de una una encuesta de la Confederación de la Industria Británica que muestra que las ventas minoristas del Reino Unido en agosto cayeron al ritmo más rápido resgistrado desde 2008.
En comparación con agosto del año pasado, las ventas se desplomaron del -16 al -49%, el segundo dato más bajo desde que comenzaron los registros, hace 36 años.
Y la percepción de mercado en todo el sector minorista de cara al próximo trimestre también es el más débil desde la crisis financiera.
Una encuesta publicada después de que la Oficina de Estadísticas Nacionales hiciera público, la semana pasada, un crecimiento mayor de lo esperado en torno al 3% de las ventas minoristas en julio, en comparación con el mismo mes del año pasado.
La patronal británica asocia estos resultados a la incertidumbre debida a la cada vez más cercana posibilidad de un Brexit sin acuerdo.