Lima, 3 nov (.).- La economía peruana puede crecer un 2 % para 2030 y un 10 % para 2050 con políticas de descarbonización que permitan al país impulsar sus exportaciones de productos agrícolas sostenibles y de cobre, según las conclusiones de un informe del Banco Mundial (BM) presentado este jueves en Lima.
"La acción climática puede aumentar el producto interno bruto (PIB) del Perú en un 2 % para 2030 y en un 10 % para 2050 y crear millones de empleos formales", sostiene la organización en su informe sobre clima y desarrollo del país (CCDR, por sus siglas en inglés).
El estudio alerta de que el cambio climático representa una "amenaza significativa para el desarrollo y la prosperidad de Perú" debido a su geografía, las desigualdades persistentes y su estructura económica dependiente de recursos naturales.
Defiende, sin embargo, que el país también tiene oportunidades para efectuar cambios fundamentales en las áreas de energía, reforestación, transporte, ciudades, agua y uso de la tierra, que le permitirían transitar a una economía resiliente, baja en carbono y más productiva para 2050.
La investigación señala, en este sentido, que el PIB peruano puede escalar un 10 % para ese año y que el país puede ser líder en una transición global de bajas emisiones si lanza políticas de descarbonización y aprovecha sus bosques, su electricidad limpia, sus tierras fértiles y sus vastos recursos de cobre.
"La descarbonización y la transición hacia una economía más verde aumentará la resiliencia y la prosperidad de todos los peruanos", afirma en un comunicado el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo.
En el mismo sentido se expresó el vicepresidente regional de la Cooperación Financiera Internacional para Europa, América Latina y el Caribe, Alfonso García Mora, quien insistió en que "promover el crecimiento verde en todos los sectores de la economía peruana es una clara prioridad".
"Hacer frente al cambio climático requiere la movilización de grandes sumas de capital privado. Para ello, es vital que Perú diseñe e implemente las políticas y reformas adecuadas", según García Mora.
DESARROLLO VERDE E INCLUSIVO
En concreto, el informe del Banco Mundial defiende la necesidad de transformar el sector forestal peruano en un sumidero de carbono para reducir la deforestación y aprovechar los recursos forestales, lo que estima que podría crear cerca de 2,4 millones de empleos entre 2023 y 2050, y multiplicar por siete la contribución del sector forestal en la economía del país.
Por otro lado, recomienda descarbonizar el sector minero con energía renovable, reducir la contaminación hídrica y generar confianza en las comunidades para beneficiarse de la demanda esperada de minerales como el cobre, la plata y el zinc, cuyo valor se espera que aumente más de cuatro veces entre las próximas dos décadas.
Asimismo, el informe insta a las autoridades a aumentar la coordinación del gobierno y mejorar la eficiencia del gasto público para implementar políticas climáticas integrales que aumenten la productividad y reduzcan la pobreza.
También sugiere descarbonizar el transporte a través de la electrificación, mejorar la planificación en el uso de la tierra y la conectividad para la selva y la sierra del país.
AMENAZAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Según el Banco Mundial, los desastres naturales en Perú causan un promedio anual de pérdidas del 2 % del PIB y de bienestar equivalentes a un 5,2 % del PIB.
En esa línea, el estudio alerta de que los cambios en las precipitaciones, el acelerado derretimiento glacial y la frecuencia y severidad de las inundaciones, deslizamientos y sequías tendrán un impacto significativo en la disponibilidad de agua para la agricultura, para el consumo humano y la producción de energía, y con consecuencias económicas considerables.
"El bajo acceso a la vivienda adecuada, al agua potable, al transporte público de calidad, al saneamiento y a otros servicios básicos; así como un elevado nivel de informalidad, incrementan la vulnerabilidad de los pobres ante los impactos del cambio climático, especialmente mayores temperaturas, inundaciones y deslizamientos", continúa.
Por eso, insiste en la necesidad de orientar la inversión pública hacia áreas clave que incluyan, entre otros, la mejora del almacenamiento de agua y la innovación de los sistemas agrícolas y de protección social para ayudar a los hogares más pobres a responder a los desastres climáticos.