Beirut, 29 oct (.).- El presidente libanés, Michel Aoun, ratificó hoy la Ley de Secreto Bancario, una esperada legislación demandada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como parte de sus prerrequesitos para desbloquear una posible ayuda financiera equivalente a casi 3.000 millones de dólares.
"El presidente Aoun firmó cinco leyes aprobadas por el Parlamento y las remitió para su publicación oficial, siendo la más destacada de ellas la Ley de Secreto Bancario", informó la Presidencia del Líbano en un comunicado.
La nota añadió que las otras leyes ratificadas por el presidente están relacionadas con acuerdos de préstamo y desembolso con entidades multilaterales de crédito para hacer frente a la acuciante crisis económica que atraviesa el país mediterráneo.
Por su parte, el viceprimer ministro libanés, Saade al Shami, que encabezó una delegación hace unas semanas durante las asambleas anuales del FMI y el Banco Mundial en Washington, informó a Aoun de "lo que no se ha logrado aún para implementar el acuerdo con el FMI", según la nota, que no dio más detalles.
El pasado abril, el Líbano y el FMI alcanzaron un acuerdo preliminar por el que el país podría recibir una ayuda financiera equivalente a unos 3.000 millones de dólares, pero el entendimiento todavía no ha recibido la luz verde de la dirección del organismo ante la falta de avances en las reformas demandadas a cambio.
Entre ellas estaba la entrada en vigor de una ley de secreto bancario que se ajuste a los estándares internacionales, que hoy fue aprobada por el presidente después de que rechazara la anterior versión de la norma antes del verano.
Con la nueva ley, tendrán capacidad para solicitar esta medida no solo las autoridades judiciales competentes, sino también la Autoridad Nacional Anticorrupción, la Comisión de Control Bancario y la Corporación Nacional para la Garantía de Depósito.
La norma que tiene como objetivo fomentar la transparencia, facilitar la persecución de delitos financieros y luchar contra la corrupción endémica en el país mediterráneo, según el Parlamento.
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