Invesitng.com -- Los depósitos y la actividad crediticia en los bancos comerciales de EE.UU. cayeron por primera vez en cuatro semanas en la semana finalizada el 7 de junio, según mostraron los últimos datos de la Reserva Federal, sirviendo como recordatorio de que la recuperación de las turbulencias bancarias de primavera todavía tiene un camino por recorrer.
Los depósitos en los grandes bancos estadounidenses cayeron 79,200 millones de dólares, hasta 17,203 billones de dólares, respecto a la semana anterior, en términos desestacionalizados, lo que supone el mayor descenso desde marzo y el primero en cuatro semanas.
Los préstamos de los bancos comerciales disminuyeron 49,300 millones de dólares, hasta 12,090 billones de dólares desestacionalizados, durante la semana.
Los préstamos residenciales aumentaron 31,200 millones de dólares, los préstamos inmobiliarios comerciales subieron 1,200 millones de dólares, mientras que los préstamos al consumo subieron 1,300 millones de dólares con respecto a la semana anterior. Los préstamos comerciales e industriales disminuyeron 13,000 millones de dólares respecto a la semana anterior en términos desestacionalizados.
"Los datos muestran que el desorden bancario observado a partir del 09 de marzo de 2023 continúa teniendo un impacto negativo sobre los préstamos. Asimismo, se han generado preocupaciones adicionales debido a las declaraciones de los reguladores financieros, quienes han mencionado la preparación de nuevas normativas para los bancos estadounidenses", comentó Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
El primer descenso en cuatro semanas de la actividad crediticia se produce mientras muchos siguen observando nuevas señales de endurecimiento de las condiciones crediticias que frenarían no sólo el crecimiento económico, sino también la inflación. Esto, sumado a las nuevas regulaciones que se esperan para el sector bancario estadounidense podría complicar el otorgamiento de financiamiento.
"Estas regulaciones podrían resultar en un aumento de hasta el 20% en los requisitos de capital, lo que potencialmente podría afectar aún más la capacidad de los bancos para otorgar préstamos y restringir el acceso al crédito para los consumidores y las empresas", explicó la especialista.
Con información de Julio Sánchez Onofre